Una nueva investigación sugirió que las personas que sufren el trastorno respiratorio llamado apnea obstructiva del sueño y que además tienen hipertensión podrían beneficiarse de un buen tratamiento de presión positiva continua en las vías aéreas (CPAP).
La apnea obstructiva del sueño, que está vinculada con la hipertensión y otras condiciones cardíacas, es un problema común en el cual las personas dejan de respirar por períodos breves de tiempo mientras duermen.
La condición se produce porque los tejidos de la parte posterior de la garganta colapsan y bloquean temporalmente el flujo de aire.
Con la terapia de CPAP, una máscara facial emite aire continuamente a la garganta, lo que evita que los tejidos colapsen.
En un estudio publicado en la revista Chest, un grupo de médicos de España controló los cambios en la presión sanguínea de 55 pacientes que eran tratados con CPAP y que fueron seguidos durante 24 meses. En promedio, los participantes usaron la máscara facial durante 5,3 horas diarias.
El equipo del doctor Francisco Campos-Rodríguez, del Hospital Universitario de Valme, en Sevilla, halló que mientras que la terapia con CPAP a largo plazo redujo modestamente la presión arterial en todo el grupo, los pacientes que inicialmente tenían hipertensión y una buena CPAP lograron disminuciones mucho más importantes en su presión. |