Cuando las parejas casadas pierden el control el uno con el otro, esto podría también representar una carga para sus corazones, según hallan los investigadores.
Aún más, el daño causado podría depender de cómo pierden el control, según el líder del estudio, Tim Smith, profesor de psicología de la Universidad de Utah.
Para las mujeres, la hostilidad parece ser responsable. Las esposas que eran hostiles en sus desacuerdos con sus cónyuges eran más propensas a tener ateroesclerosis, según descubrieron Smith y sus colegas. Los niveles de calcificación eran particularmente elevados entre las mujeres cuyos maridos también eran hostiles.
Entre los maridos, la ateroesclerosis era más común cuando ellos o sus esposas actuaban de manera controladora, afirmó el equipo de investigación.
Aún no se sabe con certeza si se trata de acondicionamiento social o de algún otro factor que cause que las mujeres reciban la influencia de la hostilidad y los hombres de los problemas de control, apuntó Smith.
Smith y sus colegas presentaron su investigación por primera vez en una reunión de la American Psychosomatic Society.
"Hay diferencias bien documentadas en la manera en que los hombres y las mujeres se comunican y relacionan entre sí, así que encontrar diferencias en el sexo relacionadas con los riesgos cardiacos tiene sentido para mi", afirmó Janice Kiecolt-Glaser, profesora y directora de la División de psicología de la salud del Colegio de medicina de la Universidad del estado de Ohio.
El hallazgo fue que "en nuestros datos, [la discordia matrimonial] fue un efecto tan grande [como la ateroesclerosis], estadísticamente, como los factores de riesgo tradicionales como el tabaquismo, el colesterol, la presión arterial, el nivel de actividad, entre otros, pero más pequeño que el efecto de la edad y el sexo", señaló Smith.
Así que, hay que añadir el estrés matrimonial a los factores de riesgo de los que las personas deben ser conscientes para considerar su riesgo general de enfermedad cardiaca, explicó Smith.
"Además de todos los factores de riesgo usuales, y muy importantes, tanto biomédicos como conductuales, las personas deben considerar, al evaluar su nivel de riesgo, y cualquier posible plan para reducirlo, el estrés crónico y las emociones negativas", aconsejó. |