Del 8 al 11 de octubre se realizó en Buenos Aires el XXXI Congreso Argentino de cardiología. Cardiólogos argentinos e importantes cardiólogos extranjeros invitados debatieron sobre los avances médicos para preve-nir las enfermedades cardíacas.
Se reunieron trabajos sobre medicina clínica, avances en cirugía y en las dietas alimenticias para el tratamien-to de la EC.
Una de las principales exposiciones estuvo a cargo del cardiólogo holandés Jacques Barth, creador de una técnica indolora y no invasiva, que determina con gran precisión el riesgo de IAM y de accidentes cerebrovas-culares.
En el marco del congreso, Barth presentó un estudio realizado en la argentina con 168 pacientes asintomáti-cos (35 mujeres y 133 varones), con un promedio de edad de 54 años, que fueron testeados con la nueva técnica de diagnóstico por imágenes.
El estudio consiste en la medición del espesor de las dos capas de la pared arterial, a través de una ecografía por ultrasonido y calcular el engrosamiento de la íntima media de las carótidas que son las que muestran mejor el estado coronario. La ecografía se hace pasando un pequeño escáner por el cuello del paciente. La medida se compara con una base de datos ya obtenida en la última década que determina el grosor normal según la edad.
El grosor encontrado en los pacientes argentinos fue mayor del normal y similares a los de un hombre de 80 años, como producto de la acumulación de grasa en las carótidas. Como resultado del estudio se concluyó que: el 86% tiene un riesgo mayor que el normal para su edad de padecer EC.
Este resultado fue un tanto inesperado en la medida en que se trató de personas con medio y alto nivel so-cioeconómico y en su mayoría de formación universitaria. Se trataba de personas informadas que conocen perfectamente los riesgos del colesterol, la diabetes, de llevar una vida sedentaria y fumar . Lo que permite conjeturar que, muy probablemente, en clases sociales más bajas, con un menor manejo de información pre-ventiva, la situación sea mucho peor.
En el caso de las personas estudiadas, el riesgo obedece casi exclusivamente a los malos hábitos alimenta-rios y la vida sedentaria, ya que sólo el 12% de estos pacientes era fumador.
Nuevo estudio sobre el control de factores de riesgo
Un trabajo realizado por investigadores de la Universidad Católica Argentina con una muestra importante de 17000 casos, presentado en el Congreso de Cardiología, dio los siguientes resultados:
En la Argentina las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte
Controlar la presión arterial y el colesterol reduce el riesgo de muerte coronaria un 51% en varones y un 36% en mujeres.
Dejar de fumar disminuye un 32% el riesgo de IAM fatal en personas sin antecedentes de EC.
Un nuevo estudio cofirma la importancia de las emociones en la salud cardiovascular
Un estudio del doctor Edward Suárez (Universidad de Duke) publicado en Psychosomatic Medicine de sep-tiembre/octubre de este año (Vol 66, 684-691) ha demostrado una asociación significativa entre el aumento de la proteína C reactiva —que es producida por el hígado como respuesta a la inflamación— y características psicológicas como la personalidad hostil y la tendencia a la depresión.
La investigación se basó en una muestra de 127 adultos entre 18 y 65 años que no presentaban ninguno de los factores de riesgo tradicionalmente considerados peligrosos: no fumaban, eran normotensos, sus niveles de colesterol no estaban por encima de lo deseable, no eran diabéticos, no tenían sobrepeso, realizaban actividad física periódica y no tenían antecedentes familiares de la enfermedad.
El estudio mostró que en sujetos aparentemente sanos existía un nivel más alto de proteína C reactiva cuando la personalidad era hostil, con tendencia al enojo fácil o en el caso de personas depresivas. La combinación de hostilidad y depresión señaló un mayor riesgo, frente a los señalados por depresión y hostilidad en forma separada.
Los hostiles y depresivos mostraron entre dos y tres veces más posibilidades de tener más elevada la proteí-na C reactiva ya que esta sería una la respuesta fisiológica al estrés emocional. |