3 de febrero, 2010
Los tratamientos para el cáncer de próstata que inhiben el suministro de la hormona masculina elevan el colesterol, el azúcar en sangre y el peso, lo que a su vez aumenta el riesgo de ataque cardíaco, indicó un nuevo estudio.
Un documento publicado en Circulation, la revista de la Asociación Estadounidense del Corazón, recomienda que los médicos controlen con cuidado a los pacientes tratados con la llamada terapia supresora de andrógeno y los ayuden a no desarrollar enfermedad cardíaca.
Otras instituciones como la Sociedad Estadounidense del Cáncer, la Asociación Estadounidense de Urología y la Sociedad Estadounidense de Radiología Terapéutica y Oncología también participaron del estudio.
"Según los datos disponibles, concluimos que existe una relación entre la terapia supresora de andrógeno en pacientes con cáncer de próstata y el aumento a futuro del riesgo cardiovascular", declaró el doctor Glenn Levine, de la Escuela de Medicina Baylor, en Houston, y líder del panel de expertos.
El equipo sostuvo que se necesitan estudios para determinar la magnitud de ese riesgo a futuro.
El panel señaló que a los pacientes con cáncer prostático y enfermedad cardíaca siempre se los deberían alentar a adoptar un estilo de vida saludable, además de recibir los fármacos necesarios para reducir el colesterol y la presión alta o anticoagulantes como aspirina, y controlar la diabetes. |