5 de noviembre, 2009
Dejar que el corazón siga latiendo durante una cirugía coronaria de bypass es más riesgoso que detener el órgano y emplear una bomba cardiopulmonar para mantener al paciente con vida, indicaron expertos.
Médicos de 18 centros de Estados Unidos hallaron que se completaban menos procedimientos de bypass y que el riesgo a un año de ataque cardíaco, muerte o nueva cirugía aumentaba si los cirujanos trabajaban con el corazón del paciente en actividad durante la operación.
Los investigadores, que estudiaron a 2.203 pacientes, dijeron que un año después de la cirugía las muertes con vinculación cardíaca se produjeron en el 2,7 por ciento de los pacientes operados sin bomba, comparado con el 1,3 por ciento de los que fueron conectados al dispositivo cardiopulmonar.
Y entre los pacientes operados sin uso de bomba cuyos injertos fueron evaluados después de la cirugía, el 37 por ciento tenía al menos un injerto bloqueado, frente al 29 por ciento de las personas intervenidas con bomba, informó el equipo en New England Journal of Medicine.
Los hallazgos implican otro revés para los defensores de las intervenciones sin bomba cardiopulmonar, en las cuales se coloca un dispositivo para inmovilizar parte del corazón y que los médicos puedan suturar nuevos vasos sanguíneos alrededor de las arterias bloqueadas. |