11 de noviembre, 2009
Las temperaturas extremas y la contaminación del aire elevan el riesgo de infarto, afirmó un nuevo estudio.
Y los días en los que el aire está más sucio y la temperatura es inusualmente alta o baja, los efectos serían especialmente dañinos porque la temperatura y la contaminación afectarían al organismo de distintas maneras, dijo a Reuters Health el doctor Krishnan Bhaskaran, autor principal del estudio Bhaskaran trabaja en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en el Reino Unido.
Varios estudios habían asociado las variaciones de la temperatura con el aumento de la mortalidad por cualquier causa, incluida la enfermedad cardíaca, apuntó el equipo de Bhaskaran.
Pero al analizar los infartos, no sólo las muertes por enfermedad cardíaca, se podría obtener una imagen más precisa de los riesgos para la salud de esas variaciones térmicas y de la contaminación del aire. Ofrecería también indicios de por qué provocaría ataques al corazón en la población de alto riesgo.
En dos estudios, el equipo revisó 19 investigaciones sobre temperatura e infarto y 26 sobre contaminación ambiental y ataques cardíacos.
En los 12 estudios sobre la temperatura que incluyeron datos del invierno, ocho mostraron aumentos por poco tiempo del riesgo de infarto con el frío. Siete de los 13 estudios sobre los efectos de las temperaturas cálidas hallaron un aumento del riesgo de ataque al corazón asociado con el calor.
Las temperaturas frías afectaron más el riesgo de infarto en las zonas cálidas, lo que para el equipo de Bhaskaran sugiere que las personas que viven en zonas más frías se adaptarían mejor a las variaciones térmicas.
Pero los días calurosos elevaron el riesgo de infarto, ya sea en Suecia o en Brasil.
La evidencia de los estudios sobre contaminación no fue tan clara, indicó el autor, pero sugirió que el riesgo de infarto aumentaría según los niveles de distintas sustancias contaminantes.
"Los resultados sugieren que una mayor reducción de los límites (de los niveles permitidos de contaminación ambiental) bajaría mucho más la carga de salud asociada con la contaminación, que es una consecuencia deseada", agregó.
Los gobiernos pueden también alertar a las personas en riesgo cuando se esperan temperaturas extremas o altos niveles de contaminación. |