Las probabilidades de los varones triplican a las de las mujeres, y los varones negros son especialmente vulnerables.
16 de noviembre, 2009
Los varones, sobre todo los negros, tienen un riesgo relativamente alto de muerte cardiaca repentina durante sus vidas, en comparación con las mujeres, encuentra un estudio reciente.
Ese riesgo de por vida de los varones mayores de cuarenta es de uno en ocho, o sea de 12.3 por ciento, el triple de las mujeres, cuyo riesgo es de uno en 24, o sea poco más de cuatro por ciento, encontró el estudio.
"En comparación con el riesgo de por vida de cáncer de pulmón, que es de uno en doce para los hombres, y de uno en 16 para el cáncer de colon, y ambos de 17 en uno para las mujeres", señaló el Dr. Donald Lloyd-Jones, autor principal del estudio,.
"La esperanza es que los cálculos relativamente altos de riesgo de por vida para una enfermedad tan devastadora hagan que la gente piense sobre los esfuerzos de prevención", añadió Lloyd-Jones, profesor asociado de medicina y medicina preventiva del Instituto Cardiovascular Bluhm de la Facultad de medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
Tradicionalmente, los cálculos se han enfocado en el riesgo de muerte cardiaca repentina de una persona en los próximos diez años. Las nuevas cifras son el primer cálculo de por vida para la muerte cardiaca repentina, aseguró Lloyd-Jones.
El riesgo de muerte cardiaca repentina en realidad disminuyó en ambos sexos a medida que la edad aumentó, anotó el equipo de investigación. Esto sucede por que "se han acabado los individuos que iban a tener un evento a una menor edad, pero a los 80 muchas cosas compiten por matarnos, de manera que ya en este punto la muerte repentina tiene menos probabilidades de ser la causa de muerte", comentó Lloyd-Jones.
Tener factores de riesgo tradicionales para la enfermedad cardiaca, como presión arterial alta, colesterol alto, diabetes, falta de actividad física y fumar cigarrillos, también aumentaba el riesgo de muerte cardiaca repentina de forma sustancial, encontró el estudio.
"Si se llegaba a la edad de 50 con todos los factores de riesgo óptimos, esencialmente nadie experimentó muerte repentina en lo que le quedaba de vida, mientras que los que tenían dos o más factores de riesgo importantes tenían índices mucho mayores, comparativamente", apuntó Lloyd-Jones.
La buena noticia es que las mismas estrategias de tratamiento y prevención que ya se aconsejan para reducir el riesgo de enfermedad cardiaca también protegen contra este riesgo. |