Las personas jóvenes que siguen fumando luego de sufrir un ataque al corazón son tres veces más propensas a tener problemas cardíacos futuros que los sobrevivientes que abandonan el hábito, informaron investigadores griegos.
Los pacientes de 35 años o menos que siguen consumiendo cigarrillos son mucho más propensos a morir por un episodio cardíaco, padecer otro infarto o necesitar tratamientos en el futuro para desbloquear arterias tapadas, comparados con aquellos que dejan de fumar.
El estudio dejó claro que el tabaquismo no sólo promueve un primer ataque al corazón sino que implica riesgos cardíacos para los pacientes jóvenes que ya sobrevivieron a uno, dijeron los expertos.
El informe fue presentado en un encuentro del Colegio Estadounidense de Cardiología realizado en Chicago durante el fin de semana. |