En primer lugar lo que debemos modificar en nosotros mismos, los adultos, son dos errores que arrastramos culturalmente:
1 La costumbre de sobrenutrir a los niños (esta falsa idea de nuestras abuelas de que el niño rollizo es más saludable)
2 La costumbre de permitir los excesos de azúcares y grasas saturadas
El enfoque adecuado para una dieta infantil debe ser:
Comer con moderación
Comer equilibradamente
La dieta ideal para niños y adolescentes debe estar basada en:
- Frutas
- Vegetales
- Cereales integrales
- Legumbres
- Lácteos*
- Carnes*
*En el caso de los lácteos y carnes se deberá tener en cuenta los quesos bajos en grasas, la leche semidescremada, las carnes rojas magras y el pollo sin piel. De este modo no faltarán las proteínas necesarias para su crecimiento y desarrollo, pero no caeremos en un exceso de grasa animal.
Por último: es necesario recuperar la idea de que dulces y grasas (papas fritas, hamburguesas no caseras) bebidas cola y similares, son un complemento de la alimentación y nunca alimentos de consumo diario.
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