Las recomendaciones de la AHA se centran en el riesgo para toda la vida de la mujer
La American Heart Association ha actualizado y mejorado sus directrices para la prevención de la enfermedad cardiaca en mujeres.
El enfoque se centra ahora en el riesgo de por vida que tiene una mujer de sufrir enfermedad cardiaca, y no sólo en su riesgo a corto plazo, como era el caso de las directrices de 2004.
Entre otras cosas, las directrices renuevan las recomendaciones sobre el uso de la aspirina, la terapia de reemplazo hormonal y los complementos de vitaminas y minerales.
La enfermedad cardiovascular es la causa principal de mortalidad femenina
En las mujeres, la enfermedad cardiaca es prácticamente una epidemia, puesto que una de cada tres muere por su causa.
Aquí les detallamos los principales puntos de las nuevas directrices, que incorporan lo último en ciencia proveniente de ensayos controlados y aleatorios recientes.
1. En los casos en que el riesgo de las mujeres se clasificaba como alto, intermedio o bajo (óptimo) respecto a la enfermedad cardiaca, ahora se cataloga como alto, en riesgo u óptimo (el último grupo representa probablemente no más del 10 por ciento de las mujeres). Esta nueva estratificación incorpora la Escala Framingham convencional que los médicos utilizan para evaluar el riesgo cardiovascular, aunque no depende exclusivamente de este método. También toma en cuenta el riesgo para toda la vida, y no sólo el riesgo a corto plazo.
2. Las intervenciones más ampliadas en el ámbito del estilo de vida comprenden un énfasis continuado en dejar de fumar y evitar el humo de segunda mano. Esta vez, las directrices también recomiendan asesoramiento, reemplazo de nicotina u otros tipos de terapias para dejar de fumar.
3. Aún se insta a todas las mujeres a que hagan un mínimo de 30 minutos de ejercicios al día, pero se aconseja a las mujeres que necesitan perder peso o mantener el peso perdido a que practiquen alguna actividad de intensidad moderada durante 60 a 90 minutos la mayoría de días de la semana, o mejor aún todos los días.
4. Una dieta saludable para el corazón debe ser rica en frutas, granos enteros y alimentos con alto contenido de fibra, y además debe limitar la ingesta de alcohol y sodio.
Las grasas saturadas deben constituir ahora menos del 7 por ciento de las calorías (las directrices previas estipulaban un 10 por ciento).
Las mujeres deberían comer pescado graso, una fuente de ácidos grasos omega-3, al menos dos veces por semana.
5. Las mujeres que tienen un riesgo muy alto de padecer enfermedades cardiacas deben intentar reducir el colesterol LDL ("el malo") a menos de 70 mg/dL. Por otra parte, se anima a las mujeres en alto riesgo a reducir su LDL a menos de 100 mg/dL.
6. Las mujeres de 65 años o más deberían contemplar el consumo de aspirina a una dosis baja de manera habitual, independientemente de su riesgo. Se ha demostrado que la aspirina previene tanto los ataques cardiacos como los accidentes cerebrovasculares en este grupo de edad.
Las mujeres menores de 65 años no deberían tomar aspirina de manera rutinaria, ya que sólo ofrece beneficio para la prevención de accidentes cerebrovasculares.
La dosis más alta de aspirina para las mujeres de alto riesgo es ahora de 325 mg al día, frente a 162 mg. anteriormente.
7. Y tal como se indicó en las directrices previas, ni la terapia de reemplazo hormonal, los moduladores selectivos de los receptores de estrógeno (MSRE) ni los complementos de antioxidantes tales como las vitaminas C y E deberían ser usados para prevenir la enfermedad cardiaca.
8. El ácido fólico tampoco debería utilizarse para evitar enfermedades cardiovasculares, un cambio importante respecto al pasado grupo de recomendaciones. |