Desde hace ya seis años, el último domingo de septiembre, en el todo el mundo, se conmemora el Día Mundial del Corazón. En este año 2006 correspondió al el 24 de septiembre
El propósito de la fecha es generar conciencia en todas las personas del mundo sobre cuán fácil puede ser seguir un puñado de medidas que favorezcan a que nuestro corazón cumpla su función, en forma saludable, a lo largo de muchos años.
Los expertos aseguran que la base de la buena salud cardiaca es simple: basta con comer menos (y mejor); caminar más (y ejercitarse) y cuidarse del colesterol, hasta con algún medicamento de ser necesario. Esto se debe completar con otras medidas tales como no fumar, mantenerse muy lejos de la obesidad y hasta del sobrepeso, prevenir una diabetes, y mantenerse –en todo lo posible- dentro del carril de una vida saludable.
La mayoría de las personas, por desconocimiento o desidia, no lo hacemos. Y por eso las
enfermedades cardiovasculares suman ya 17 millones de muertos por año. Aunque muchos de estos decesos son, por supuesto, prevenibles y evitables.
Según explica la cardióloga Liliana Grinfeld, actual Presidenta de la Fundación Cardiológica Argentina, “las enfermedades cardiovasculares son mucho más frecuentes y graves de lo que se suele pensar. Pero lo irónico es que, en prácticamente todos los casos, se pueden prevenir, detener y/o mejorar su evolución”. Se trata de tomar conciencia y trabajar sobre los factores de riesgo de estas enfermedades.
Es que los factores de riesgo son aquellas condiciones humanas que predisponen a padecer enfermedades cardiovasculares. Y aunque algunos de estos factores no pueden ser modificados (como el sexo o la edad) la mayoría pueden ser corregidos, modificados o reducidos en su incidencia.
A continuación 10 consejos que –de ser seguidos- le darán una posibilidad cierta de vivir más años, de una mayor calidad de vida:
1: Es importante comenzar con la prevención desde joven. Estamos hablando de los 35/40 años en los hombres y 45 en las mujeres. Con prevención es posible evitar convertirse en pacientes cardíacos en la edad media de la vida.
2: Tanto las mujeres como los hombres deben realizarse chequeos cardiovasculares periódicos.
3: La historia puede cambiar si la persona trabaja sobre sus factores de riesgo modificables.
4: Conozca sus antecedentes familiares y controle su glucemia periódicamente. Evitando la diabetes disminuirá el riesgo cardíaco. Favorecen la diabetes una dieta excesiva en hidratos de carbono, el sobrepeso y el sedentarismo
5: Sepa ya si es hipertenso. Y si lo es, controle su presión en forma regular. Para bajarla hay que reducir al mínimo la sal, disminuir el sobrepeso y luchar contra el sedentarismo.
6: Mídase el colesterol periódicamente. La forma natural de bajarlo es recurriendo a dietas de verduras y frutas, con carnes magras y blancas. Y sumar actividad física diaria. La cifra “normal” es objeto de discusión médica. Pero lo que sí se sabe a ciencia cierta es que cuanto más bajo, mejor. Rondar los 140mg/ml debería ser un objetivo central.
7: Dejar de fumar. Por supuesto, fumar se asocia al riesgo de cáncer. Esa es la primera idea. Pero, además, si se elude un tumor de pulmón, igualmente subirá diez veces la posibilidad de tener un infarto. Y recuerde, también está en riesgo el fumador pasivo.
8: Un par de zapatillas es el mejor amigo de la salud cardíaca. Y son efectivas para hacerle una gambeta al sedentarismo. Caminar, andar en bicicleta o nadar, todo lo posible. Cuatro a cinco veces por semana, durante 30-60 minutos, es lo ideal. Pero todo ayuda. Hasta caminar hasta la próxima parada del colectivo.
9: Comer sano, poco y saludable. El sobrepeso y la obesidad son una garantía de problemas cardíacos. Además, estar en línea –no desnutridos ni anoréxicos- es sexy.
10: Busque un tiempo para la relajación y el descanso. Esto es fácil decirlo pero muy difícil lograrlo. Alejarse del estrés es posible, aunque no simple. Los pequeños placeres ayudan. |