Los diabetólogos estadounidenses han reunido, en un pequeño listado, los mitos más frecuentes que existen respecto a la diabetes. Es conveniente aclarar que no se trata de las únicas creencias erróneas respecto a la enfermedad, frente a la cual existen muchas informaciones equivocadas que es conveniente revisar.
Los 10 mitos más comunes respecto a la diabetes son:
1: En ocasiones, la diabetes puede ser contagiosa. ¿O cómo se explica que varios miembros de una misma familia la padezcan?
A pesar de que no se conoce con exactitud su causa, la diabetes no es contagiosa, como un resfrío o una gripe. El hecho de que varios miembros de una familia sufran de diabetes obedece a mecanismos genéticos, muchas veces combinado con un estilo de vida cultural/familiarmente heredado, no a un mecanismo de contagio.
2: Los diabéticos no pueden consumir golosinas ni chocolates.
Si golosinas y chocolates son consumidos como un "extra" en el contexto de una dieta saludable, equilibrada y acompañada por ejercicio físico, no resultan alimentos prohibidos.
El problema surge si se emplean en reemplazo de una comida o una colación. Esto es algo importante a tener en cuenta, porque puede llevar a limitaciones importantes y alteraciones en la calidad de vida, sobre todo en grupos de edades en los cuales las golosinas forman parte de su universo, como es el caso de la infancia.
3: Consumir mucho azúcar o dulces puede desencadenar diabetes.
No, aún personas que no consumen dulces pueden desarrollar diabetes, porque se trata de una enfermedad en la que se asocian factores genéticos y factores de estilo de vida.
Dentro del estilo de vida la alimentación es importante, pero no exclusivamente por el consumo, o no, de azúcar. Si existe un consumo excesivo de calorías que lleve a la obesidad, el riesgo de diabetes es mayor; otro tanto sucede con la falta de ejercicio físico.
4: Los diabéticos deben consumir alimentos especiales.
En la actualidad, no se habla más de "alimentos para diabéticos". En efecto, actualmente se considera que la alimentación del diabético debe ser equilibrada (baja en grasas, con amplio surtido de verduras y frutas, con lácteos descremados, y controlada en sal).
Recurrir a alimentos que llevan el rótulo de "para diabéticos" conduce a un gasto superior y a la falsa creencia que como son para diabéticos pueden ser consumidos sin límites, lo cual no es cierto y hasta puede ser contraproducente.
5: Los diabéticos deben evitar las 3 P: pan, pastas y papas.
Si bien estos alimentos deben ser consumidos en cantidades controladas, es decir, medidas en el tamaño y número de porciones diarias, pueden formar parte de la alimentación cotidiana. De este modo, se las puede incluir tanto en las comidas principales como en colaciones.
6: Los diabéticos son más propensos a padecer resfríos y otras enfermedades infecciosas.
No, el sólo hecho de ser diabético no lo predispone a ninguna enfermedad infecciosa. No obstante, es deseable tomar los mayores recaudos para prevenirlas, porque cuando sobreviene acarrean un desequilibrio glucémico, muchas veces importante. Por eso los diabéticos se encuentran en el grupo de personas a las que se recomienda seguir con los esquemas de vacunación antigripal y las restantes estipuladas según la edad del paciente
7: La insulina puede provocar hipertensión arterial y aterosclerosis.
Este mito surge del hecho de que muchos diabéticos tipo 2, a poco de comenzar con el empleo de insulinoterapia, pueden experimentar afecciones o manifestaciones de enfermedades cardiovasculares. En realidad se trata de pacientes con diabetes de larga data en los cuales el páncreas ha dejado de ser eficiente en la secreción de insulina. En estos casos, los padecimientos cardiovasculares son expresión de una complicación crónica de la diabetes y no el efecto en sí de la utilización de insulina.
8: Las frutas son alimentos saludables, por lo tanto pueden ser ingeridas a voluntad, salvo la banana, que está prohibida.
En este tipo de afirmación se encierran en realidad dos mitos: la posibilidad del consumo indiscriminado de frutas y el impedimento de consumir banana.
Es cierto que las frutas son alimentos saludables por su contenido de vitaminas, minerales, y fibra, pero también contienen hidratos de carbono y no están exentas de calorías. Por lo tanto, pueden consumirse en todas sus variedades, pero siempre en cantidades controladas, estipuladas por su nutricionista.
Con respecto a la banana, no debe ser "demonizada"; puede consumirse pero con discreción.
9: La insulina no puede ser utilizada en personas que tienen tendencia a engordar porque provoca incremento del peso corporal.
Si bien la utilización de insulina puede traer aparejado una eventual ganancia de peso, los más recientes, amplios y prestigiosos estudios estadounidenses y británicos coinciden en afirmar que los beneficios del empleo de este reemplazo hormonal superan los de los riesgos de obesidad.
10: Los cambios en el tipo de tratamiento antidiabético tienen que efectuarse sólo cuando las cifras de hemoglobina glucosilada superan el 8%.
No, cuanto mejor sea el control glucémico menores son los riesgos de desarrollar complicaciones, tanto agudas como crónicas. De este modo se ha establecido como límite aceptable para la hemoglobina los valores de 7% o aún mejor, menos de 7%. Recordemos que el valor máximo normal es del 6% y que cuanto más se acerque un diabético a estos valores mejor será su situación, tanto presente como futura.
No obstante, no hay que perder de vista la posibilidad de desarrollar eventuales hipoglucemias, sobre todo en el caso de los diabéticos tipo 1. Ajústese las indicaciones médicas para evitar esta contingencia.
Como puede apreciarse, circulan versiones equivocadas que pueden llevar al retraso en la consulta o a la adopción de recursos equivocados para nivelar la enfermedad. No deje de comentar con su médico todo lo que ha leído, o escuchado, de modo de establecer la veracidad de estos dichos y la posibilidad de adecuarlos a su caso en particular. |