Un estudio encuentra que la administración por parte de paramédicos recorta el tiempo de espera hasta el tratamiento especializado
25 de enero, 2010
Investigadores informan que las personas que sufren de dolor de pecho a quienes los paramédicos administran electrocardiogramas antes de llegar al hospital no esperan tanto para recibir tratamiento para abrir sus arterias.
Con frecuencia pudieron prescindir de la sala de emergencias y llegar directamente al laboratorio de cateterismo para tratamiento con angioplastia, encontró el estudio.
Fueron tratados, en promedio, 60 minutos tras llegar al hospital, frente a 91 minutos para las personas que no recibieron un ECG antes de llegar al hospital. Los hallazgos aparecen en la edición de enero de Catheterization and Cardiovascular Interventions.
La investigación ha demostrado que un tratamiento rápido con angioplastia reduce las probabilidades de muerte dentro de un plazo de un año.
Para el estudio, los investigadores examinaron los expedientes médicos de pacientes cardiacos llevados a tres hospitales del sureste de Michigan de 2003 a 2008. Cuando los ECG se hacían fuera de un hospital, se transmitían los datos al hospital antes de la llegada del paciente para que los médicos se prepararan.
De los que no recibieron un ECG antes de llegar, el dos por ciento (siete de 241 pacientes) murieron en el hospital. Ninguno de los 108 pacientes que recibió un ECG antes de llegar murió en el hospital, según el estudio. |