28 de agosto, 2009
¿Está tratando de controlar el peso de su hijo imponiéndole ciertos límites con la comida? Ese enfoque antiguo y aparentemente de sentido común puede ser contraproducente, sobre todo en los chicos con problemas para controlar los impulsos, reveló un nuevo estudio.
La investigación fue publicada en The Journal of Pediatrics.
Mientras que las niñas que participaron en el estudio y no podían controlar sus impulsos tenían más riesgo de sobrepeso que aquellas más autocontroladas, las que además percibían que sus padres eran firmemente restrictivos con la alimentación tenían un riesgo aún mayor, halló el equipo de Stephanie L. Anzman y de Leann L. Birch.
Los expertos trabajan en el Centro para la Investigación de la Obesidad Infantil de la Pennsylvania State University, en Estados Unidos.
Los resultados, aseguraron Anzman y Birch, respaldan la idea de que ayudar a los niños a aprender cómo regular su propia alimentación, en lugar de imponerles normas estrictas, les permitiría mantener un peso saludable.
Y para los niños que necesitan orientación, Anzman agregó en un comunicado de prensa difundido por la revista que los padres deberían ofrecerles a sus hijos opciones saludables y simplemente evitar la comida chatarra en el hogar.
Es posible, agregaron, que una crianza restrictiva no potencie el riesgo de obesidad en los niños con un mejor autocontrol de los impulsos, mientras que los chicos con más problemas para lograrlo pueden mantenerse alejados de la obesidad si sus padres pueden guiarlos sin ser restrictivos. |