15 de septiembre, 2009
No existe una explicación única de por qué los adolescentes empiezan a fumar, por ello concentrarse en un único factor de riesgo no ayudará a comprender mejor por qué fuman los jóvenes, indicó un estudio realizado en Canadá.
Esta es la conclusión del equipo de la doctora Jennifer O'Loughlin de la University of Montreal, en Quebec, que publicó los resultados de su estudio en American Journal of Epidemiology.
O'Loughlin, , sugiere entonces que los esfuerzos para prevenir el tabaquismo deberían tener en cuenta "los factores individuales, como la edad, la autoestima, el consumo de alcohol y el rendimiento escolar".
Deberían considerarse también "los factores contextuales, como el tabaquismo de los padres y los amigos, y las políticas tabáquicas escolares", dijo la experta a Reuters Health.
Vivir en una familia uniparental y tener un bajo rendimiento escolar aumentó el riesgo de empezar a fumar. Beber alcohol triplicó el riesgo.
Tener hermanos y amigos fumadores elevó dos y tres veces el riesgo de los adolescentes de fumar. Si el padre o la madre, los maestros y el personal escolar fumaban, el riesgo de empezar a fumar se multiplicó un 50 por ciento o más.
Sentir la necesidad de fumar un cigarrillo elevó seis veces el peligro. Los adolescentes que se sentían estresados, que actuaban impulsivamente y eran susceptibles a la publicidad del tabaco, eran también más propensos a empezar a fumar.
En cambio, el género, la educación de los padres, la sensación de depresión, la preocupación por el peso o tener sobrepeso, la búsqueda de sensaciones nuevas, el ejercicio y los deportes, y mirar televisión fueron algunos de los factores que no estuvieron asociados con el aumento del riesgo de comenzar a fumar.
Los programas de prevención y de cesación tabáquica orientados al consumo de tabaco social, en el hogar y la escuela, como así también la publicidad sobre el tabaco, tendrían un efecto positivo sobre el tabaquismo adolescente, resume O'Loughlin.
Los autores opinan que se necesitan más estudios sobre los factores que asocian el consumo de alcohol y el tabaquismo, y las variables genéticas asociadas con el riesgo de comenzar a fumar. |