Un estudio halló que revirtió las anormalidades estructurales entre las personas obesas
12 de agosto, 2009
Un estudio británico señala que perder mucho peso rejuvenece la estructura física del corazón y no hace diferencia si el peso se pierde por una cirugía o por hacer dieta.
Los músculos cardiacos de las personas que comenzaron con un índice de masa corporal (IMC) promedio de 40 (se considera un IMC de 30 como el marcador usual de obesidad) se hicieron notoriamente más delgados y más eficientes cuando redujeron su IMC a 32.2 en un solo año, según un informe de la edición del 18 de agosto de la Journal of the American College of Cardiology.
"Tanto la dieta como la cirugía bariátrica condujeron a reducciones significativas comparables" en las anormalidades y las fallas en la estructura cardiaca, según informaron los investigadores de la Universidad de Oxford.
La pérdida de peso de 21 kg en promedio lograda por las 37 personas obesas del estudio, "típicamente es lo que se ve en la cirugía bariátrica", señaló el Dr. Philip R. Schauer, director del Instituto bariátrico y metabólico de la Clínica Cleveland.
Schauer anotó que muchas de esas personas obesas perdieron ese peso comiendo menos, y lo consideró "bastante inusual que alguien haga dieta y logre ese efecto. Fue un subconjunto muy especial".
Además, el problema con la pérdida de peso por la dieta es que "la recuperación de peso es la norma, mientras que para la cirugía bariátrica hay amplia evidencia de que se mantiene la pérdida de peso", aseguró Schauer.
Los investigadores de la Oxford usaron IRM cardiaca, una técnica especial de rayos X para obtener información detallada sobre la estructura de los corazones, no solo de los 37 participantes obesos, también para los 20 voluntarios de peso normal, cuyo IMC promedio era de 21. Hallaron que las paredes de los ventrículos izquierdo y derecho, las cámaras que bombean sangre desde el corazón, eran significativamente más gruesas entre las personas obesas. También hallaron una capacidad reducida para que el corazón conserve sangre en la diástole, el punto de reposo del latido cardiaco, entre los obesos.
Un año después, luego de la pérdida de peso, los músculos cardiacos de las personas obesas eran de menor tamaño y sus corazones pudieron sostener más sangre. El engrosamiento de la aorta, la arteria principal del corazón, también se redujo sustancialmente luego de la pérdida de peso.
"Estos hallazgos ofrecen un mecanismo potencial para la reducción de la mortalidad vista en la pérdida de peso", escribieron los investigadores.
Además, por consiguiente ayuda a explicar algo sobre un misterio médico, por qué la gente que tiene exceso de peso marcado están en más riesgo de ataque cardiaco y muerte repentina de lo que muestran las cifras, señaló la Dra. Christine Ren, cirujana bariátrica y profesora asociada de cirugía del Centro médico Langone de la Universidad de Nueva York. |