Una experta en nutrición señala que podría estar en juego la sensibilización
23 de julio, 2009
Cuando se habla de controlar el peso, el tipo de refrigerio podría no importar, pero sí la persona que lo come.
Cuando los investigadores proporcionaron refrigerios "pecaminosos" a mujeres obesas y no obesas, las que tenían un peso saludable deseaban menos cantidad del tentempié con el tiempo, pero las mujeres obesas seguían queriendo más.
"Las mujeres obesas y no obesas responden a los refrigerios de alta densidad e hipercalóricos de forma distinta", señaló Jennifer Temple, autora principal del estudio, que aparece en la edición de agosto de la American Journal of Clinical Nutrition.
"Para nosotros, esto subraya la necesidad de hacer estudios detallados que comparen mujeres obesas y no obesas en términos de cómo responden a los alimentos para tratar de comprender las cosas que mejor funcionan para fomentar hábitos alimenticios saludables".
"No se puede tomar algo que funciona en mujeres no obesas y creer que tendrá automáticamente el mismo efecto en mujeres obesas", agregó Temple, profesora asistente en ciencias del ejercicio y la nutrición de la Universidad de Buffalo en Nueva York.
Dicha información podría algún día ayudar a personalizar estrategias dietéticas en personas distintas.
Marianne Grant, dietista registrada y educadora en salud del Centro de educación en salud Coastal Bend del Centro de Ciencias de la Salud de Texas A&M en Corpus Christi, dijo que algún otro factor podría estar en juego.
"Esto me sugiere que las personas obesas no están comiendo por hambre", dijo Grant. "Sino que comer llena alguna otra necesidad".
"Todo el mundo es distinto y aborda la alimentación de forma diferente", dijo. "Lo que funciona para una persona puede que no lo haga en otras. Comer en exceso podría deberse a razones distintas al hambre. Y necesitamos abordar esas razones". |