viernes, 17 de julio, 2009
Aunque los diabéticos tienen más riesgo que otras personas de desarrollar depresión, un nuevo estudio halló que una gran proporción de ese aumento se debe a que tienen contacto más frecuente con el sistema de salud que a la diabetes en sí.
"Nuestros resultados coinciden con la hipótesis de que recibir un diagnóstico de una enfermedad crónica aumenta la frecuencia del diagnóstico de depresión", escribió el equipo del doctor Patrick J. O'Connor, de HealthPartners Research Foundation, en Bloomington, Minnesota.
Una revisión de 42 investigaciones demostró que las personas diabéticas tienen el doble de probabilidades de desarrollar depresión que los no diabéticos, publicó Annals of Family Medicine.
Pero pocos estudios registraron la cantidad de consultas de atención primaria, lo que afectaría si la persona era o no diabética y si tenía depresión y estaba bajo tratamiento.
Se desconoce aún el motivo por el que las personas, diabéticas o no, que consultan al médico menos frecuentemente son más propensas a desarrollar depresión, sostuvieron los autores.
"Estos datos indicarían que los médicos de atención primaria saben reconocer la depresión tras unas pocas consultas. Pero existirían otras explicaciones; quizás los médicos que no reconocen rápidamente la depresión no la diagnostiquen después", indicaron los investigadores. |