21 de agosto, 2009
La falta de luz solar perjudicaría la memoria y otras funciones cognitivas de algunas personas con depresión.
Existe un vínculo entre la exposición a la luz solar y el estado anímico. El ejemplo más claro es el trastorno afectivo estacional (TAE), una forma de depresión en la que los síntomas varían con las estaciones, generalmente a partir de fines del otoño y en el invierno, y mejoran en los meses de sol.
Pero poco se conoce sobre los efectos de la luz solar sobre la función cognitiva y la memoria.
Para el nuevo estudio, el equipo de la University of Alabama, en Birmingham, analizó la correlación entre los datos climáticos de la NASA y los resultados de pruebas cognitivas realizadas a más de 14.000 adultos en Estados Unidos, todos mayores de 45 años.
Todos los participantes habían formado parte de un estudio oficial sobre factores de riesgo de accidente cerebrovascular (ACV).
Los autores hallaron que entre las personas con resultados positivos para la depresión, las que habían estado expuestas a poca luz solar en dos semanas solían obtener calificaciones más bajas de función cognitiva que aquellas que vivían en climas más soleados.
Los adultos deprimidos de las zonas con menos luz solar eran dos veces más propensos a padecer alteraciones de la memoria y de otras funciones cognitivas que las que vivían con el nivel más alto de exposición al sol.
Sin embargo, la relación entre la luz solar y la función cognitiva no se observó en adultos sin depresión.
Los resultados, publicados en Environmental Health, no prueban que la falta de sol altere la función cognitiva de los deprimidos ni que exponerse al sol resuelva el problema.
Pero en teoría, la luz solar afectaría la función cognitiva por las mismas vías que modificaría el estado de ánimo.
Los resultados proponen también que la terapia con luz, que es el tratamiento estandarizado para el TAE, también mejoraría la función cognitiva de las personas con depresión. |