Diversos estudios desarrollados en modelos experimentales y en humanos han demostrado que el consumo diario y a dosis normales de leche fermentada que contiene ciertos péptidos lácteos consigue reducir hasta un 15 por ciento el riesgo cardiovascular al disminuir las cifras de presión arterial (entre 2 y 7 mmHg la presión sistólica y entre 1 y 4 mmHg la diastólica).
Este descenso se explica gracias a la inhibición de la enzima convertidora de la angiotensina que producen estos péptidos que en cierto modo actúan como los fármacos de la clase IECA (inhibidores de la enzima de conversión angiotensina).
Otros de los aspectos que se han observado a raíz de estas investigaciones han sido que cuanto mayores son las cifras de la presión arterial basal mayor es la reducción que se produce y mejores los resultados que ofrecerá el consumo de leche con péptidos lácteos añadió. |