Los deportes practicados a alta intensidad o estresantes de alto componente dinámico como el fútbol rugby o voleibol pueden influir negativamente sobre el perfil lipídico e incrementar el riesgo cardiovascular, según los resultados de un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología.
El trabajo realizado por el Grupo de Investigación en Evaluación Funcional y Fisiología del Ejercicio del Depar-tamento de Fisiología de la Universidad de Granada concluye que los futbolistas y jugadores de voleibol pre-sentan niveles más elevados de colesterol LDL (el "malo") frente a los nadadores que tienen valores más bajos.
El riesgo de aterotrombosis sería mayor en el sector de la población que realiza deporte de forma eventual debido a la falta de un entrenamiento continuo y a la ausencia de factores que contrarrestan los efectos ob-servados como la mayor capacidad antioxidante y fibrinolítica que caracteriza a los deportistas habituales aunque habría que confirmar esta hipótesis según los autores de la investigación.
Respecto a la aterosclerosis se ha demostrado que la práctica regular y moderada de ejercicio aeróbico (nata-ción, ciclismo, etc.) se asocia a un saludable perfil lipídico plasmático y un menor riesgo de arteriopatía coro-naria y mortalidad cardiovascular. Sin embargo estos beneficios sólo se alcanzan si se cumplen ciertas condi-ciones relativas a la intensidad y a la duración del entrenamiento. |