1-Efectos positivos del ejercicio físico
HIGASHI, Y., SASAKI, S. Y COL., “Ejercicio aeróbico y relajación vascular” en Circulation 100: 1194-1202. Septiembre de 1999.
Los autores evaluaron, durante 12 semanas, los efectos del ejercicio aeróbico sobre la hemodinamia del antebrazo en pacientes con hipertensión esencial leve, sin tratamiento.
Los sujetos fueron divididos al azar en dos grupos. El grupo de entrenamiento de 10 individuos y el de control con 7 individuos. En ambos grupos se hicieron mediciones del flujo sanguíneo a nivel del antebrazo, con pletismografía.
En el inicio del estudio, la respuesta a la acetilcolina por parte del sistema vascular del antebrazo fue menor en pacientes hipertensos que en normotensos. Y no hubo diferencias significativas entre hipertensos y normotensos respecto de la respuesta al dinitrato de isosorbide.
Al cabo de 12 semanas, la respuesta a la acetilcolina aumentó significativamente en el grupo de entrenamiento: de 25.8 +/- 9.8 a 32.3 +/- 11.2 mL.min.100 mL, de tejido. Sin embargo, no se señalaron incrementos en el grupo de control.
A su vez, el ejercicio aeróbico produjo un incremento en la liberación de óxido nítrico a causa de la acetilcolina. Y, en el grupo de entrenamiento, la administración de N-monometil-L arginina eliminó el incremento producido por la acetilcolina inducido por el ejercicio de la vasorrelajación.
Estos resultados han permitido a los autores concluir que el ejercicio aeróbico, durante períodos prolongados, favorece la relajación vascular que depende del endotelio, a partir del incremento del óxido nítrico, tanto en sujetos hipertensos como en normotensos.
NIEUWLAND, W., BERKHUYSEN, M. Y COL., “Efecto del ejercicio en la rehabilitación de pacientes con enfermedad coronaria” en JACC, 36: 202-7. Julio de 2000.
Los autores evaluaron la influencia de la frecuencia del ejercicio sobre la capacidad funcional, el umbral ventilatorio anaeróbico (UAV) y la calidad de vida, durante la rehabilitación cardíaca.
Se realizó un seguimiento en 130 pacientes cardíacos, con una edad promedio de 52 +/- 9 años, de los cuales 114 eran varones. Se les asignó al azar, durante 6 semanas, a programas de alta y baja frecuencia de entrenamiento.
El entrenamiento de alta frecuencia consistió en 10 sesiones de 2 horas por semana. Mientras que el programa de baja frecuencia sólo presentaba 2 sesiones semanales.
La capacidad funcional para el ejercicio se midió por el consumo pico de oxígeno. Fue evaluada junto con la calidad de vida, antes y después del programa de rehabilitación.
Al término de las 6 semanas de entrenamiento, la capacidad funcional aumentó, tanto en el grupo de alta frecuencia como en el de baja frecuencia. Pero, el UAV sólo presentó un incremento significativo en el grupo de alta frecuencia. También, la calidad de vida mejoró sensiblemente en este último grupo, en comparación con los individuos sometidos a un programa de baja frecuencia. Estos rasgos de mejoramiento integral se observaron muy particularmente en los pacientes más jóvenes.
Estos resultados han permitido a los autores concluir que, si bien la capacidad funcional mejora en igual medida, tanto en el programa de alta frecuencia como en el de baja, el entrenamiento de alta frecuencia es más efectivo para el incremento de la calidad de vida y el UAV.
2-El consumo de alcohol como predictor de eventos coronarios
YANG, T., DOHERTI, T. Y COL., “Consumo de alcohol y eventos coronarios” en The American Jornal of Cardiology, 84: 802-806. Octubre de 1999.
Los objetivos de este estudio fueron: a) determinar si la ingesta de alcohol puede ser asociada con una disminución del riesgo coronario en una población asintomática de alto riesgo; y b) si tal efecto puede ser considerado independiente de los factores de riesgo coronario y del calcio a nivel de las arterias coronarias.
Se realizó un seguimiento durante 41 meses en 1196 casos, todos sujetos asintomáticos con presencia de factores de riesgo coronario. Se evaluó antecedentes de consumo de alcohol, se determinaron los factores de riesgo y se cuantifico, mediante tomografía computarizada, el calcio coronario. Durante el período de seguimiento se registraron diferentes eventos, infartos de miocardio y/o muerte por causas coronarias.
Los predictores directos de los eventos coronarios fueron: antecedentes de hipertensión sistémica, diabetes mellitus, colesterol plasmático, tabaquismo y score de calcio coronario.
Entre los predictores inversos considerados significativos se señaló una concentración de colesterol HDL y el consumo de alcohol.
Los sujetos con presencia de calcio a nivel de las arterias coronarias fueron considerados 3.1 veces más propensos a padecer eventos coronarios que los individuos sin calcio coronario. Los consumidores de alcohol presentaron un riesgo relativo de padecer eventos coronarios (0.3 veces). Estas diferencias prevalecieron aún después de haberse realizado nuevos controles de factores según la edad, sexo, entre otros considerados de riesgo.
Estos resultados permitieron concluir que el consumo de alcohol es un predictor inverso significativo en el desarrollo de eventos coronarios. Y, si bien es un predictor independiente, puede ser comparado, en virtud de su magnitud, al riesgo que produce el calcio coronario y otros factores habituales.
3-El riesgo cardiovascular en los fumadores pasivos
WOO, K., CHOOK, P. Y COL., “Impacto del fumar en forma pasiva sobre la función endotelial” en JACC, 36: 1228-1232. Octubre de 2000.
En un estudio de 40 casos, los autores evaluaron el daño en la función arterial causado por la exposición prolongada al humo del tabaco ambiental en sujetos chinos.
Se establecieron 2 grupos de 20 individuos cada uno. El primero comprendió a trabajadores de casino, de los cuales 9 eran varones. Todos asintomáticos y no fumadores, con un promedio de edad de 36.6 +/- 7.0 años. Debido a su trabajo, habían estado expuestos al humo de tabaco ambiental 8 horas por día durante, al menos, 2 años.
El segundo, el grupo de control, comprendió individuos normales.
A su vez, ambos grupos fueron subclasificados por edad, sexo, índice de masa corporal, diámetro del vaso, presión arterial y concentraciones de glucosa y colesterol. Se midió el diámetro de la arteria braquial bajo 3 condiciones:
a)En reposo, por medio de ecografía de modo B de alta resolución.
b)Después del aumento del flujo causado por la dilatación dependiente del endotelio mediada por el flujo.
c)Luego de serles suministrada nitroglicerina (dilatador independiente del endotelio) de modo sublingual.
La dilatación dependiente del endotelio y mediada por el flujo (b) fue significativamente menor en los fumadores pasivos frente a los sujetos del grupo de control (6.6 +/- 3.4% y 10.6 +/- 2.3%, respectivamente).
La dilatación inducida por nitroglicerina ( c) presentó valores similares en ambos grupos.
En el análisis multivariado, la exposición pasiva al humo del tabaco fue el predictor más significativo de las alteraciones en la dilatación dependiente del endotelio.
Lo que permitió concluir que, en sujetos chinos, la exposición pasiva a concentraciones importantes de humo de tabaco ambiental produce disfunción endosarías arterial, considerado un signo clave en aterosclerosis. |