22 de enero, 2009
Vivir en un hogar estresante eleva el riesgo de que los niños engorden, indica un estudio sobre familias suecas. A diferencia de los niños de 5 y 6 años que viven en hogares con bajos niveles de estrés, los niños de la misma edad que viven en hogares \"con alto nivel de estrés\" tienen el doble de riesgo de ser obesos. Cuando a la familia se le hace difícil manejar el estrés, los niños están en alto riesgo de padecer obesidad infantil. Durante el período de estudio, los padres informaron sobre varios \"estresores\" como experiencias graves entre las que están accidentes, enfermedades, decesos, divorcios, desempleo o violencia.
También reportaron \"estresores\" derivados de problemas con el cuidado de los hijos o la pareja, falta de apoyo social o preocupación por la salud o el desarrollo de los niños. Los autores definieron a las familias con alto nivel de estrés como aquellas que dijeron padecerlo en por lo menos dos de esas cuatro áreas. Los resultados demostraron que los hijos de esas familias tenían más riesgo de volverse obesos que los niños en las familias con bajo nivel de estrés (aquellas con estresores en una de las áreas estudiadas o sin estrés). El equipo concluye que, dado que los resultados sugieren que el estrés familiar promovería la obesidad infantil, es importante que las familias con alto nivel de estrés busquen algún tipo de ayuda profesional. |