Conocer los factores que nos ponen en riesgo
El infarto de miocardio, es la primera y más frecuente causa de muerte en el mundo. La vida moderna, el exceso de trabajo, las presiones laborales, las metas para alcanzar el éxito, la falta de atención y preocupación por nuestra salud y muchos otras vicisitudes de nuestra propia existencia, contribuyen para que muchas veces no tengamos en cuenta infinidad de factores que actúan a favor y nos ayudan a prevenir, la aparición de tal evento.
¿Qué es un factor de riesgo?
Se llama factor de riesgo a aquella condición que favorece el desarrollo de una enfermedad y la ocurrencia de eventos agudos de la misma.
En el caso de la EC son todas aquellas condiciones que comprometen el flujo de sangre en las arterias coronarias.
Existen una serie de factores que se asocian a un mayor riesgo de padecer EC. Algunos de ellos son modificables y, por tanto, evitables para impedir que causen efectos perjudiciales.
La Organización Mundial de la Salud ha señalado recomendaciones para prevenir la EC, actuando sobre el conjunto de la población o sobre personas concretas y modificando sobre todos ellos la aparición de estos factores de riesgo que conducen a que aumente la enfermedad.
La estrategia dirigida a toda la población consiste en crear hábitos de vida y condiciones de salud que disminuyan el riesgo de padecer la EC y mejorar la salud de los individuos.
La prevención de la EC consiste básicamente en identificar aquellos cuyo riesgo es mayor, controlarlos, normalizar estos factores de riesgo mediante el tratamiento, y poner en marcha aquellas medidas que detecten a las personas que tengan factores de riesgo, para su modificación
Los factores de riesgo coronario son, en algunos casos, de tipo no modificable, entre los que están la edad, el sexo, la herencia.
En otros casos son modificables. Entre estos destacan, el hábito de fumar, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la obesidad y el
hábito sedentario. También se consideran dentro de este grupo los llamados factores psicológicos de riesgo, como el estrés.
No obstante, tanto los no modificables (aquellos cuya aparición no depende de la persona) como los modificables (cuya aparición sí está estrechamente ligada a los hábitos nocivos de un estilo de vida poco saludable) se deben tener controlados, si se quieren evitar sus efectos perjudiciales.
Lo que no podemos evitar
Hay algunos factores con los que nada podemos hacer y que están presentes sin que medie nuestro accionar, ellos son:
• la edad
• el sexo
• la predisposición genética heredada
En todos estos nada podemos cambiar y tenemos que aceptarlos como son.
Los que sí podemos modificar
Los llamados factores modificables son aquellos que podemos cambiar para reducir el riesgo coronario.
Los principales factores de riesgo a tener en cuenta a la hora de la prevención son:
• tabaquismo
• hipertensión arterial
• hipercolesterolemia
• diabetes
• obesidad
• sedentarismo
Tabaquismo: En todas sus formas e intensidad, para los que fuman más de 10 cigarrillos por día, el riesgo es el doble comparado con los no fumadores.
Hipertensión arterial: Se denomina de esta manera cuando los valores de la presión arterial máxima se elevan por encima de 150 mmHg. y los de la mínima por encima de 90 mmHg. Las personas hipertensas tienen un riesgo 3 veces mayor con respecto a los normotensos. Es un factor modificable por que con una adecuada medicación y una dieta con bajo contenido en sodio, la presión arterial se puede mantener en sus valores normales.
Colesterol total y colesterol "malo" (LDL) elevados: (Con un valor de colesterol total por encima de 265 mg/dl, la mortalidad por infarto de miocardio es 4 veces mayor, si lo comparamos con hombres de la misma edad y con cifras menores de 165 mg/dl.
Colesterol "bueno" (HDL) disminuido: Este es un factor de riesgo muy importante que actúa en forma independiente y que muchas veces está relacionado con el sedentarismo.
Diabetes: Aumenta el riesgo de provocar infarto de miocardio y su potencialidad se eleva cuando está asociada con otros factores de riesgo como son la hipertensión, la obesidad, el colesterol elevado, etc. Todo paciente diabético es considerado actualmente un enfermo coronario. Se lo considera un factor modificable, por que estos pacientes con un buen control metabólico de su enfermedad, disminuye ostensiblemente el riesgo coronario. Un buen control implica por parte del paciente, niveles de glucemia controlados, medicación adecuada y una alimentación sin trampas, ni ingestas de alimentos ricos en azúcares refinados.
Obesidad: Es un factor de riesgo independiente y cobra más jerarquía, cuando la obesidad es a predominio abdominal y con un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30. Muy frecuentemente las personas obesas presentan asociadas a ellas otros factores de riesgo que se potencian mutuamente.
Sedentarismo: Llamamos sedentarias a las personas que no realizan una actividad física en forma regular, estas personas son más propensas a padecer EC si los comparamos con personas que realizan ejercicios en forma habitual y regular.
Los factores psicológicos
En las últimas décadas se ha fortalecido la consideración de lo psicológico tanto en el desarrollo como en desencadenamiento de la EC y su rehabilitación.
Definida como una enfermedad del estilo de vida, los factores que se tienen en cuenta son:
• un perfil de psicológico de personalidad coronaria (tipo A)
• la incidencia del estrés
• las emociones negativas como actitudes estables:
• ansiedad
• hostilidad
• depresión