¿Cómo se diagnostica la EC?
El diagnóstico de la enfermedad coronaria se realiza con una serie de diferentes técnicas de diagnóstico. Podemos distinguir dos grupos de técnicas, las elementales o de rutina, y las más sofisticadas que se utilizan cuando las pruebas básicas sugieren la posible presencia de desórdenes coronarios, o en aquellas personas que ya presentan la enfermedad.
Entre las técnicas de diagnóstico básicas encontramos:
• Electrocardiograma
• Análisis de sangre
• Radiografía de tórax
Electrocardiograma
Señala a qué nivel está la falla del corazón. Puede informar de la presencia, actual o pasada, de enfermedad coronaria y de sus episodios agudos (infarto). Consiste en una representación básica de las fuerzas eléctricas del corazón.
A través de un patrón conocido de pulsos eléctricos variables durante el ciclo cardíaco (bombeo y llenado), que son recogidos por medio de electrodos dispuestos sobre el cuerpo de la persona analizada (manos, piernas y tronco), se puede reflejar exactamente cómo actúa nuestro corazón. Dicha actividad se representa por ondas que se imprimen en papel milimetrado o incluso pueden evaluarse inmediatamente desde el monitor de televisión.
Es indoloro y de corta duración.
Además de ser una prueba básica es utilizado para la prueba de esfuerzo.
Análisis de sangre
Permite evaluar el estado general de todo el sistema cardiovascular. Respecto de la enfermedad coronaria, se tomará atención de:
a) los niveles de colesterol total, y su fraccionamiento en colesterol de baja densidad (LDL, también llamado “colesterol malo) y de alta densidad (HDL o “colesterol bueno”).
b) los niveles de azúcar
c) los niveles de hormonas tiroideas
Radiografía de tórax
Consiste en una foto del corazón y principales vasos sanguíneos.
Otras pruebas
Si estas pruebas básicas detectan la presencia de problemas en el sistema, deberán complementarse con otras técnicas un poco más complejas:
• Prueba de esfuerzo
• Coronariografía o cateterismo cardíaco
• Estudio isotópico
Prueba de esfuerzo
Se realiza siempre que las pruebas básicas sugieran indicios de enfermedad coronaria. También se utiliza dentro de los programas de ejercicios físicos de rehabilitación post-infarto o, simplemente, para aquellas personas que presentan factores de riesgo de la enfermedad coronaria (diabetes, altos niveles de colesterol, hipertensión, tabaquismo).
Se realiza sobre una bicicleta o cinta rodante y se registra con un electrocardiograma. Se evalúan los cambios en la tensión arterial, pulso y trazado del electrocardiograma. Dura, aproximadamente, media hora.
Descarta enfermedad coronaria en un 90%, pero, si esta prueba señala anomalías se completará con otros estudios complejos, coronariografía y estudio isotópico.
Coronariografía o cateterismo cardíaco
Consiste en la inserción en una arteria, de la ingle o el brazo, de un tubito hueco y flexible, llamado catéter. Dicho catéter se va conduciendo por la arteria mayor del cuerpo, la aorta, hasta el corazón; y de allí a la arteria coronaria.
Una vez en la arteria coronaria, se inyecta por el catéter una substancia opaca a los rayos X, lo que nos permitirá ver el interior del corazón y las arterias coronarias.
Nos permite apreciar la existencia de estrechamientos u obstrucciones en las arterias.
Estudio isotópico
Es una técnica no invasiva, de baja radiación, indolora y no necesita de ingreso hospitalario. Puede presentar dos variantes: prueba de ejercicio con talio y gammagrafía cardíaca o angiograma isotópico.
a. Prueba de ejercicio con Talio:
Durante la prueba de esfuerzo en cinta, se inyecta una dosis menor de isótopo radiactivo en vena. Se registran imágenes de la localización del isótopo en diferentes lugares del corazón. Las áreas que aparecen oscuras son aquéllas que presentan deficiencias en el flujo de sangre. Pero, esta técnica no informa sobre la/s arteria/s concretamente obstruidas.
b. Gammagrafía cardíaca o angiograma isotópico:
Recostado sobre una tabla de ejercicios y con los pies en pedales de bicicleta, se inyecta a la persona una dosis de isótopo en vena. Durante el pedaleo, se registran las diferentes imágenes de localización del isótopo en el corazón. Un defecto en la contracción o expansión del corazón señalan que las arterias no irrigan lo suficiente la zona, y sería índice de estrechamiento u obstrucción.
Tratamiento de la EC
Técnicas quirúrgicas
Independientemente del tratamiento farmacológico y de los cambios en el estilo de vida, la obstrucción de las arterias coronarias puede ser corregida mediante cirugía.
Existen dos técnicas quirúrgicas indicadas según el caso:
• la angioplastia coronaria
• el by-pass o derivación coronaria
Angioplastia coronaria:
Consiste en la remodelación de la arteria obstruida. Se realiza con anestesia local y tiene una duración aproximada de una hora, hora y media.
De un modo similar al cateterismo o coronariografía, se introduce un catéter guía desde una arteria de la pierna o el brazo.
Guiándose por un monitor se conduce el catéter hasta la arteria obstruida.
Una vez llegados a la arteria a reparar se inserta un segundo catéter, más pequeño que el anterior, dentro del catéter guía. Este segundo catéter tiene un globo inflable en la punta, que al distenderse dilata las paredes estrechadas de la arteria, recuperando el flujo sanguíneo normal.
En algunos casos se coloca en el área dilatada una malla metálica o stent para mantener la arteria abierta con un flujo normal de sangre.
Además de la angioplastia con balón que acabamos de describir, se puede desobstruir la arteria con láser: angioplastia con láser.
Actualmente, en la malla metálica se introducen medicamentos que ayudan a la reconstrucción de la arteria.
Puente coronario o by-pass
El puente o by-pass establece una ruta alterna para que la sangre fluya alrededor del área obstruida de la arteria. Es una intervención mucho más compleja que la angioplastia, se hace bajo anestesia general y dura varias horas. Durante la operación parte de la función del corazón y los pulmones es asumida por una máquina de circulación extracorpórea (corazón-pulmón artificial).
Esta cirugía está indicada en los casos en que:
• exista obstrucción de la arteria coronaria izquierda
• existan varios vasos comprometidos y mala función del ventrículo izquierdo
• presencia de angina incapacitante
El procedimiento consiste en injertar un trozo de vena safena (de la pantorrilla), o de la arteria mamaria, en la arteria comprometida, saltándose las obstrucciones, es decir haciendo un puente más allá de la obstrucción.
Después de la intervención, se permanece unos días internado en unidad coronaria.
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