Las arterias coronarias proporcionan al corazón todo el oxígeno que éste necesita. Una arteria obstruida puede provocar una angina de pecho; y, si está bloqueada completamente, un infarto de miocardio.
Si el corazón no recibe suficiente oxígeno provoca un dolor en el pecho que puede ser síntoma de una angina de pecho o un infarto
La diferencia entre una angina de pecho y un infarto está en el daño que es provocado:
- La angina deja al corazón casi sin oxígeno, pero, sin dañarlo.
- En el infarto, una parte del corazón se daña por la falta de oxígeno.
Puede sufrirse un infarto sin síntomas previos: sobreviene de repente. Sin embargo, es muy posible que se haya padecido dolores de pecho intermitentes durante semanas, o meses, en la medida en que las arterias se han ido obstruyendo.
El dolor de pecho puede tener diferentes causas: musculares, una indigestión, o acidez estomacal, una pleuresía, el pinzamiento de un nervio por lesión o desgaste de un disco de la columna vertebral. Por eso, es importante determinar el tipo de dolor y cuando se presenta, para asegurarnos si tiene que ver, o no, con el corazón.
El dolor cardíaco se caracteriza por:
- Un dolor sordo que no aumenta cuando tomamos aire al respirar.
- Se localiza en el centro del pecho y puede extenderse al lado izquierdo, los brazos, y, también, por el cuello y la mandíbula.
Angina de pecho
- El dolor de pecho se presenta al realizar algún esfuerzo y desaparece cuando se descansa.
- Dura entre 2’ y 3’ y, en ningún caso, más de 10’.
Angina inestable
(mayor estrechamiento de la arteria o presencia de un coágulo)
- Se siente dolor sin realizar un gran esfuerzo. Incluso, se puede despertar durante el sueño sintiendo el dolor.
Este tipo de angina puede derivar en un infarto. Ante cualquier cambio en la naturaleza del dolor no deje de consultar a su médico.
Infarto de miocardio
- El dolor es el mismo que el de la angina de pecho, pero, aumenta cuando descansamos.
- La persona puede palidecer, sudar en demasía, marearse y vomitar.
FUENTE:
DURRINGTON, P., Cardiología preventiva
DAVIDSON, C., Las enfermedades coronarias. |