Cuando seguimos una dieta estricta el comer fuera de casa suele ser un problema.
Sin embargo, podemos disfrutar de estas salidas sin alterar nuestro ritmo de alimentación. Sólo tenemos que atender unas pocas y fáciles reglas:
1. Respetar las cuatro comidas diarias en sus horarios habituales.
2. Cuando nos invitan a cenar:
a. comer en forma controlada
b. si ocurre fuera del horario habitual, comer algo liviano a la hora en que siempre cenamos
3. En paseos y excursiones lleve su comida preparada.
4. Prefiera beber agua mineral (con o sin gas), infusiones o gaseosas dietéticas. No consuma alcohol sin el consentimiento de su médico.
5. Si recibe insulina controle su nivel glucémico antes de las comidas y dos horas después de haber comido.
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