Un estudio encuentra que los ciclos artificiales de luz podrían tener consecuencias de salud.
23 de octubre, 2009
La exposición a un exceso de luz en la noche podría causar depresión, sugiere un estudio reciente.
Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio encontraron que los ratones que se mantuvieron en una habitación iluminada las 24 horas del día tenían más síntomas depresivos que los ratones que tenían un ciclo normal de día y noche.
El estudio también encontró que los ratones que vivían en una habitación con iluminación constante, pero que podían refugiarse en un tubo oscuro cuando lo deseaban, mostraban menos síntomas de depresión que los ratones que no podían escapar a la iluminación de 24 horas.
"La capacidad de escapar de la luz pareció aminorar los efectos depresivos", afirmó la autora principal del estudio Laura Fonken, estudiante de postgrado en psicología, en un comunicado de prensa de la Universidad Estatal de Ohio.
Los hallazgos indican la necesidad de aprender más sobre la manera en que la luz artificial afecta a los humanos, señaló el coautor del estudio Randy Nelson, profesor de neurociencia y psicología.
"La luz constante sin oportunidad de escape aumentó los síntomas depresivos", apuntó Nelson en el comunicado de prensa. "El creciente índice de trastornos depresivos en humanos corresponde con el creciente uso de luz durante la noche en la sociedad moderna. Ahora, mucha gente está expuesta a ciclos artificiales de luz, y eso podría tener consecuencias reales en la salud", añadió.
La investigación sobre los efectos de la luz artificial en la salud "es importante para las personas que trabajan turnos nocturnos, así como para los niños y adultos que ven televisión tarde en la noche, alterando su ciclo usual de luz y oscuridad", afirmó Fonken.
Nelson señaló que las unidades de cuidados intensivos de los hospitales tienen una iluminación brillante durante toda la noche, lo que podría tener efectos negativos en los pacientes. |