Estudios también informan sobre las dosis de estatinas y los factores del estilo de vida que afectan el corazón
11 de diciembre, 2009
Los niveles en la sangre de colesterol LDL, el del tipo malo que obstruye las arterias, aumentan sustancialmente en las mujeres en el momento de la menopausia, pero un estudio reciente halla que no hay otros cambios dramáticos en los factores de riesgo de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular ni otros problemas cardiovasculares.
Esto sugiere que, a medida que las mujeres se acercan a la menopausia, necesitan examinar sus perfiles de lípidos", señaló Karen A. Matthews, profesora de psiquiatría, psicología y epidemiología de la Universidad de Pittsburgh, y autora líder del estudio.
El informe sobre los hallazgos aparece en la edición del 15 al 22 de diciembre de la Journal of the American College of Cardiology, cuyo tema central es la prevención de la enfermedad cardiovascular.
Otros dos estudios en la misma edición mostraron que dosis más altas de estatinas, los medicamentos que reducen los niveles de colesterol LDL, son más efectivas a largo plazo que las dosis más bajas para prevenir los ataques cardiacos, otros problemas cardiovasculares y la muerte prematura.
El informe sobre la menopausia es el más reciente de un estudio que le ha dado seguimiento a más de tres mil mujeres estadounidenses desde 1996 para "tratar de entender los cambios que experimentan las mujeres durante sus vidas", señaló Matthews. Un cambio importante es la menopausia, cuando la menstruación se interrumpe por la reducción en la producción de estrógeno.
Se sabe que el riesgo de las mujeres para problemas cardiovasculares se incrementa después de la menopausia. "Nuestro estudio ha estado revisando muchos cosas diferentes relacionadas con la menopausia y el riesgo cardiovascular", aseguró Matthews. "El resultado principal es un aumento en el colesterol total debido a un aumento en el colesterol LDL, así como en la apolipoproteína B, el portador proteínico del colesterol LDL".
Esos cambios tienen lugar independientemente del trasfondo étnico y "parecen ser una respuesta bastante uniforme a la menopausia", dijo.
La lección que se extrae del hallazgo es que las mujeres deberían prestar más atención a factores del estilo de vida relacionados con el riesgo cardiovascular a medida que se acerca y tiene lugar la menopausia. "Deben perder peso y no recuperarlo, e incrementar la actividad física", apuntó Matthews. "Las fumadoras deben dejar el vicio".
Los dos estudios sobre las estatinas, financiados por Pfizer y Bristol-Myers Squibb, que mercadean versiones de estos medicamentos para reducir el colesterol, examinaron los efectos de diversas dosis, comparando 80 mg diarios con 40 mg diarios en cerca de 14,000 pacientes que habían experimentado un ataque cardiaco u otro problema cardiovascular.
Es una costumbre administrar dosis más altas de estatinas en esos casos y la pregunta ha sido si se debe regresar a la dosis más baja después de un tiempo, señaló el Dr. Christopher P. Cannon, cardiólogo del Hospital Brigham and Women's de Boston y miembro del equipo que realizó uno de los estudios.
"La respuesta corta es que el uso de estatinas fuertes es útil para prevenir no sólo el primer ataque cardiaco o la muerte, sino otros problemas", comentó Cannon.
Otros dos estudios que aparecen en la misma edición de la revista informan lo siguiente:
La gente que dejó de fumar luego del primer ataque cardiaco tuvo la mitad del riesgo de muerte prematura que los que continuaron fumando.
La hipertensión arterial y la ateroesclerosis (el endurecimiento de las arterias) se desarrollan antes de la pubertad en niños obesos y el aumento de la actividad física las reduce.
Una pérdida de peso moderada en los adultos obesos, en promedio 10 kg mejora el músculo cardiaco y la estructura y función de los vasos sanguíneos. |