Pero si hay que examinar tejido muscular, es mejor usar la IRM, asegura un experto
2 de febrero, 2010
Cuando un médico desea evaluar la condición de las arterias cardiacas sin introducir un aparato en esos vasos sanguíneos, la tecnología de rayos X llamada tomografía computarizada, llamada más comúnmente escáner por TC, es mejor que las imágenes por resonancia magnética o IRM, según encuentra una revisión alemana de estudios.
"La TC es más precisa que la IRM para descartar la enfermedad de las arterias coronarias", afirmaron investigadores de la Universidad Humboldt en Berlín en un informe que aparece en la edición del 2 de febrero de la revista Annals of Internal Medicine.
El método estándar para evaluar las arterias cardiacas es la angiografía coronaria, que conlleva guiar un tubo delgado y flexible conocido como catéter hasta el corazón. Pero los médicos no siempre quieren tomar el riesgo que puede asociarse con esa técnica, y los principales candidatos para una evaluación menos invasiva son la TC y la IRM.
En los estudios de personas con sospechas de enfermedad de la arteria cardiaca, la TC resultó tener una sensibilidad de 97 por ciento, frente a 87 por ciento de sensibilidad en los exámenes con IRM, encontró el análisis. Los índices de sensibilidad califican la capacidad de la prueba de identificar correctamente a las personas que padecen una enfermedad en específico.
Los investigadores señalaron que de hecho la TC y la IRM no compiten en la práctica clínica, sino que se usan por distintos motivos para realizar distintas evaluaciones. "Es cuestión de qué pregunta se quiere contestar específicamente", aseguraron.
La TC es la tecnología no invasiva preferida para evaluar la condición de las arterias cardiacas, so hay o no estrechamiento que pueda terminar con un bloqueo total que cause un ataque cardiaco, señaló Schoepf. "La IRM no se usa actualmente para observar la enfermedad de la arteria coronaria", apuntó. "Si estamos interesados en el músculo cardiaco, usamos angiografía por IRM, como cuando hay anormalidades cardiacas congénitas en los niños. La ventaja de la IRM es que muestra la configuración del tejido".
Esa diferencia ayuda a explicar por qué hay tan pocos estudios que hagan comparaciones directas entre la TC y la IRM, planteó. El análisis alemán apenas encontró cinco estudios así.
Aunque esa diferencia está bien establecida entre los radiólogos, el nuevo estudio podría ayudar en la comunidad médica general, incluso los cardiólogos generales, porque "resume las ventajas de la TC en este momento", aseguró.
La TC de hecho parece ser mejor para la evaluación de la enfermedad de la arteria coronaria, no sólo frente a la IRM sino también otros métodos, como la ecocardiografía, comentó. |