19 de noviembre, 2009
Una intervención telefónica simple mejoró el ánimo, la función física y la calidad de vida en pacientes deprimidos después de un bypass cardíaco, según indicó un estudio presentado en las Sesiones 2009 de la Asociación Estadounidense del Corazón.
En el ensayo Bypassing the Blues, el 50 por ciento de los pacientes deprimidos después de un bypass coronario mejoró por lo menos un 50 por ciento el estado anímico negativo tras participar en la intervención, a diferencia del 29 por ciento tratado convencionalmente.
Los varones deprimidos tratados con la intervención fueron los más beneficiados y mucho menos propensos a ser rehospitalizados por problemas cardíacos, resumió el doctor Bruce L. Rollman, de la University of Pittsburgh, en Pensilvania, que presentó los resultados.
La depresión después de una cirugía cardíaca "suele pasar desapercibida", dijo.
Cuando un paciente sigue teniendo síntomas, como dolor, el médico pedirá otra prueba de fuerza u otros test "y, a veces, dejan pasar lo obvio. Queremos que las personas sepan cuál es el impacto de la depresión y que existen tratamiento efectivos disponibles", añadió el experto.
En el ensayo, el equipo controló a pacientes con un bypass en búsqueda de depresión antes del alta hospitalaria. A aquellos con resultado positivo se los llamó a las dos semanas, cuando ya estaban en el hogar, para constatar si seguían deprimidos.
Si era así, se los incluía al azar en uno de dos grupos para recibir atención telefónica multidisciplinaria durante ocho meses o atención convencional.
Los pacientes del primer grupo recibieron un libro de tareas por correo; el libro incluyó enfoques básicos de "terapia hablada" y recomendaciones para hacer ejercicio, dormir bien y seguir conectados socialmente.
Se les proporcionaban antidepresivos si así lo pedían. A los pacientes que ya los estaban tomando se les pudo cambiar la dosis o el fármaco y, si no mejoraban, se los derivaba a un especialista en salud mental, explicó Rollman.
Enfermeros entrenados llamaron a los pacientes semana por medio al inicio de la intervención y una vez por mes a medida que el estudio avanzaba.
Esa intervención sencilla alivió la depresión después de un bypass, confirmó Rollman.
El investigador opinó que hay que controlar la depresión en los pacientes sometidos a un bypass coronario, ya que la condición mental afecta al 25 por ciento de los casos y, como lo demostró el estudio, tratarla acelera la recuperación. |