Un estudio estadounidense reciente halló que la obesidad y la depresión con frecuencia van de la mano en las mujeres de mediana edad.
La investigación recolectó información sobre la estatura, el peso, los hábitos de dieta y ejercicio, y la autoimagen corporal de 4,641 mujeres entre 40 y 65 afiliadas a un plan de salud. Las mujeres también llenaron un cuestionario utilizado para medir los síntomas de depresión.
El estudio halló que las mujeres que tienen depresión clínica tenían más del doble de probabilidades de ser obesas (tener un índice de masa corporal de 30 ó más) y las mujeres obesas tenían más del doble de probabilidades de estar deprimidas.
También halló que las mujeres que tenían IMC de 30 o más hacían la menor cantidad de ejercicio, tenían la peor autoimagen corporal, y consumían veinte por ciento más calorías que las mujeres que tenían IMC más bajos.
La relación entre la obesidad y la depresión se mantuvo intacta incluso cuando los investigadores tuvieron en cuenta el estado civil, la educación, el uso del tabaco y el uso de antidepresivos.
El estudio fue publicado en la edición de enero y febrero de la revista General Hospital Psychiatry. |