El creciente consumo de hidratos de carbono refinados presentes en el pan blanco los cereales azucarados o la pastelería aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares dolencias que no se previenen a través de una dieta baja en grasa. Así lo demuestran varios estudios llevados a cabo en Estados Unidos de los que se habló recientemente en el III Congreso de la Asociación Española de Dietistas y Nutricionistas (AEDN) y en el I Congreso Hispano-Luso de Nutrición y Alimentación.
Según informó hoy la AEDN en un comunicado en su último congreso diversos trabajos pusieron de manifiesto que una elevada ingesta de grasas está directamente relacionada con enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer como el de mama o el colorrectal.
Sin embargo no demostraron que redujera el riesgo de sufrir estas enfermedades por lo que --para la AEDN-- resulta "paradójico" que tanto en las guías alimentarias como en la práctica clínica se abogue como "paradigma de alimentación saludable" por disminuir las grasas totales. A su juicio no existe suficiente evidencia epidemiológica como para recomendar tal reducción de grasas totales.
"Las guías alimentarias para la población deberían ser revisadas en bases a estos resultados haciéndose un especial hincapié en la reducción del consumo de determinados alimentos ricos en hidratos de carbono y en la importancia de la presencia de alimentos con gran cantidad de fibra y bajo índice glucémico" señalaron.
Un estudio llevado a cabo por los investigadores de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) con más de 90.000 personas estudiadas a lo largo de más de 20 años han revelado que una dieta baja en grasa no contribuye a disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular y tampoco a la reducción del riesgo de cáncer de mama o colorrectal.
Por el contrario se puso de manifiesto que la mayor prevalencia de enfermedad cardiovascular se relaciona con el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono con alto índice glucémico como son los alimentos ricos en hidratos de carbono refinados y sin fibra característicos de los alimentos consumidos en la actualidad. |