Las mujeres que habitualmente consumen leche o yogurt descremado tienen bajo riesgo de desarrollar hipertensión.
Un estudio sobre casi 29.000 mujeres estadounidenses de 45 años o más demostró que aquellas con mayor cantidad de lácteos descremados en sus dietas eran levemente menos propensas a desarrollar hipertensión en los siguientes 10 años.
Los autores de la investigación identificaron un beneficio similar cuando analizaron el consumo de calcio y vitamina D, que se consume mediante los productos lácteos.
Sin embargo, los suplementos con calcio y vitamina D no mostraron relación con la presión sanguínea. El estudio no explica por qué los suplementos no tuvieron efectos positivos sobre la presión.
Aun así, el calcio tendría "un papel clave" en la relación entre los alimentos lácteos descremados y la reducción de la presión.
Cuando los investigadores incluyeron el calcio en el análisis, el beneficio atribuido a los productos lácteos descremados disminuía, lo que indica que el calcio explicaría gran parte de la relación.
La leche y los productos lácteos ricos en grasa, en cambio, no aportaron ese beneficio. Según el equipo, es posible que la grasa saturada en la leche entera contrarreste cualquier beneficio sobre la presión que tenga el calcio u otros nutrientes en los lácteos. |