Una dosis baja parece ser segura y eficaz contra el ataque cardiaco en los hombres y el accidente cerebrovascular en las mujeres 17 de marzo, 2009 En medio del continuo debate sobre quién debería tomar una aspirina diaria para combatir la enfermedad cardiaca y a qué dosis, expertos de EE. UU. revisaron las directrices y aseguran que las dosis bajas parecen tan eficaces y seguras como las dosis altas en la prevención de la enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular. El asunto de la dosis se ha debatido durante mucho tiempo debido a que la aspirina implica un riesgo elevado de sangrado gastrointestinal, sobre todo si se toma en combinación con clopidogrel (Plavix), un medicamento para la disolución de coágulos. La aspirina parece ser más efectiva en la prevención del ataque cardiaco en los hombres y mejor en la prevención del accidente cerebrovascular en las mujeres, agregó LeFevre. El Dr. Carl J. Lavie, director médico de rehabilitación cardiaca del Instituto Cardiovascular Ochsner en Nueva Orleáns, agregó: \"Los beneficios del uso de la aspirina siempre se deben sopesar en función de los riesgos. Si un paciente tiene un bajo riesgo de eventos en el futuro próximo, no se debería recetar aspirina. Si el riesgo es muy alto, está claro que la aspirina es necesaria\". Las recomendaciones, que aparecen en la edición del 17 de marzo de Annals of Internal Medicine, especifican lo siguiente: Los hombres de 45 a 79 años con factores de riesgo cardiacos deben tomar aspirina si los beneficios preventivos superan el riesgo de sangrado. Las mujeres en riesgo de 55 a 79 años deben tomar aspirina si las probabilidades de reducir un primer accidente cerebrovascular isquémico superan la probabilidad de sangrado. Los hombres menores de 45 y las mujeres menores de 55 que nunca hayan tenido un ataque cardiaco o accidente cerebrovascular no deben tomar aspirina como medio preventivo. En este momento, no está claro si los pacientes mayores de 80 años deben tomar aspirina. El grupo de trabajo enfatizó que las recomendaciones sólo aplican para las personas que nunca han tenido un ataque cardiaco o accidente cerebrovascular. |