Un estudio encuentra que los síntomas se reducen en veinte por ciento entre las personas que padecen afecciones crónicas
24 de febrero, 2010
Las personas que sufren de ansiedad pueden hallar cierto alivio a través del ejercicio regular, informan investigadores de la Universidad de Georgia.
Con frecuencia, la ansiedad acompaña a enfermedades crónicas como diabetes y enfermedad cardiaca, y esa carga constante puede interferir con el tratamiento de dichas afecciones, señalan los investigadores. "Aunque se podría esperar que los síntomas de ansiedad sean elevados entre individuos que se enfrentan a una afección médica crónica, dichos síntomas podrían no ser reconocidos ni tratados", advirtió Matthew Herring, estudiante de doctorado en el departamento de quinesiología, y autor principal del estudio.
Aunque el papel del ejercicio en el alivio de los síntomas de depresión ha sido bien estudiado, el impacto sobre los síntomas de ansiedad ha recibido, en comparación, poca atención. "Los hallazgos de nuestra revisión añaden al creciente cuerpo de evidencia de que las actividades físicas como caminar o levantar pesas podrían constituir tratamientos económicos y rentables para ayudar a aliviar los síntomas de ansiedad entre los pacientes", apuntó Herring.
Para el estudio, que aparece en la edición del 22 de febrero de la revista Archives of Internal Medicine, el equipo de Herring revisó 40 ensayos que incluyeron a 2,914 personas que sufrían de varias afecciones médicas, como enfermedad cardiaca, esclerosis múltiple, cáncer y dolor crónico por artritis. En 90 por ciento de los estudios, las personas asignadas a un programa de ejercicio mostraron menos síntomas de ansiedad, entre ellos sentimientos de preocupación, temor y nerviosismo, que los no asignados al ejercicio, hallaron los investigadores.
De hecho, se mostró que el ejercicio regular reducía los síntomas de ansiedad en veinte por ciento. "Aunque la mayoría de los grupos de pacientes no tenía puntaciones de ansiedad elevadas al extremo al comenzar con el entrenamiento de ejercicio, los síntomas de ansiedad se redujeron", apuntó Herring.
Hacer ejercicio durante treinta minutos fue más efectivo para la reducción de la ansiedad que periodos de ejercicio más cortos, encontró el estudio. Sin embargo, los programas de ejercicio que duraban entre tres y doce semanas eran más eficaces que los programas que duraban más de doce semanas, anotaron los investigadores.
"Los resultados mostraron que los pacientes eran más propensos a cumplir o no abandonar los programas de ejercicio de menor duración, lo que podría dar cuenta de las mayores reducciones en la ansiedad frente a programas de mayor duración", especuló Herring. "Dicho de otra forma, unos mejores índices de participación resultan en mayores reducciones de la ansiedad".
Tracie Rogers, psicóloga del deporte y del ejercicio y vocera del American Council on Exercise, dijo que la actividad física regular no sólo nos hace sentir mejor, sino que "tiene resultados mensurables en la reducción de la ansiedad".
"El ejercicio no sólo influencia la salud física, sino que también mejora la salud mental", enfatizó.
Y la gente que ya recibe tratamiento para la ansiedad se beneficiaría del ejercicio, aseguró. "Para las personas que manejan ansiedad clínica que están en terapia o toman ansiolíticos, es extremadamente beneficioso participar en un programa de ejercicio", aseguró Rogers. "Tiene efectos reales en la reducción de la ansiedad, al igual que esos fármacos".
Rogers apuntó que los efectos secundarios pueden evitar que la gente tome ansiolíticos. "El ejercicio es una buena alternativa", afirmó. |