18 de febrero, 2010
Unos pocos meses de ejercicio aeróbico moderado no aceleraría la capacidad orgánica de quemar calorías en los adolescentes obesos, algo que es un poco diferente en los más delgados.
En un estudio con 28 adolescentes obesos y con peso normal, los autores hallaron que a las 12 semanas de sesiones de ejercicio en una cinta para caminar y en una bicicleta fija, los más pesados no tuvieron modificaciones en la capacidad del organismo de quemar calorías y grasa durante el día.
Los participantes más delgados tampoco quemaron más calorías diarias, pero sí aumentó el metabolismo de la grasa ingerida a través de la alimentación.
Los resultados, publicados en American Journal of Clinical Nutrition, no significan que los niños obesos deban dejar de hacer ejercicio.
En un estudio previo con el mismo régimen físico, el equipo había hallado un aumento de la sensibilidad a la insulina, la hormona que regula el azúcar en sangre. La sensibilidad a la insulina disminuye con la diabetes tipo 2.
En los adolescentes se redujeron también las capas profundas de grasa abdominal alrededor de los órganos internos (grasa que aumenta el riesgo de diabetes y de problemas cardíacos).
De modo que, juntos, los resultados sugieren que los adolescentes obesos pueden obtener "importantes beneficios para la salud" con el ejercicio aeróbico, aunque sin cambios en el metabolismo de las calorías y la grasa, según la doctora Agneta L. Sunehag, profesora asociada de pediatría de Baylor College of Medicine, en Houston, y autora principal del nuevo estudio.
Ni en los obesos ni en los adolescentes con peso normal varió el gasto calórico general al final del estudio, aunque en los más delgados aumentó la eliminación de grasa.
Se desconoce el motivo de esa discrepancia, según el equipo, pero estudios previos sobre adultos habían llegado a la misma conclusión. Una posibilidad, sugiere, es que los adolescentes obesos tendrían "una flexibilidad metabólica alterada", que afecta la respuesta al ejercicio. |