El actual ritmo de vida y las deficiencias de una vieja educación represiva nos dificulta muchas veces la ex-presión de nuestras emociones.
No expresar adecuadamente nuestras emociones y sentimientos incrementa la tensión y el estrés.
Los sentimientos provocan cambios en nuestro organismo. Por ejemplo:
Estar enamorado puede hacernos sentir con mucha energía y al mismo tiempo podemos sentir un nudo en el estómago o falta de apetito.
La pérdida de un ser querido nos puede hacer sentir “pesados”, apáticos, débiles.
Cuando sentimos miedo podemos manifestarlo físicamente con temblores, tensiones musculares, taquicardia o sudor.
Entre los beneficios de reconocer, expresar y compartir las propias emociones y sentimientos pueden señalar-se:
una mayor motivación para vivir nuestra vida
un modo eficaz de reducir la tensión cotidiana y de sentirnos más relajados y saludables
un modo de fortalecer la relación con los demás
Les sugerimos tres estrategias graduales para sintonizar mejor con sus emociones:
1. Observarse para reconocer cómo se siente:
Detenerse en cualquier momento del día para “escuchar” que dice su cuerpo.
Por ejemplo, un nudo en el estómago puede estar anunciándole ansiedad, inseguridad miedo.
Es importante encontrar una palabra para describir nuestro estado: “estoy enojado” o “tengo miedo”, etc.
2. Compartir los sentimientos:
Después de aprender a reconocer sentimientos y emociones es de mucha ayuda aprender a compartir-los con los demás (un amigo, nuestra pareja, etc).
3. Expresar físicamente nuestros sentimientos:
Una vez que nos acostumbramos a compartir nuestros sentimientos verbalmente también tendríamos que aprender a expresarlos físicamente. El contacto físico para expresar simpatía o afecto. Cantar, reír y sonreír. Llorar si nos sentimos tristes. ¿Y por qué no pegar una patada en el suelo si estamos enoja-dos? |