¿qué es el estrés?
El estrés es un estado de tensión física y mental que se produce ante situaciones de peligro o cambio.
Es una defensa natural del organismo que responde a las situaciones estresantes , básicamente, con dos tipos de reacción: luchar o huir.
¿Qué características tiene una situación estresante?
Generalmente, una situación estresante presenta los siguientes rasgos:
- Es una situación nueva, de cambios.
- Nos encontramos faltos de información.
- Tenemos incertidumbre sobre lo que puede ocurrir.
- Puede ser una situación ambigua que nos cuesta acomodar a nuestras experiencias anteriores.
Sin embargo, TODOS tenemos habilidades para enfrentar este tipo de situaciones, buscando un nuevo estado de equilibrio.
¿Cuáles son las causas de un estado de estrés?
Diferentes acontecimientos provocan en nosotros un estado de estrés:
- Acontecimientos cotidianos de poca intensidad: como por ejemplo, ruidos molestos o aglomeraciones y embotellamientos de tránsito.
- Acontecimientos vitales y extraordinarios: divorcio, despido laboral, muerte de seres queridos, etc.
- Acontecimientos que provocan estrés crónico: son aquellas situaciones que se mantienen por largos períodos, como, por ejemplo, la presencia de un familiar cercano con una enfermedad grave.
Todas las personas tenemos de estrés: lo importante es enfrentarlo adecuadamente. Por eso, hablamos de estrés positivo y estrés negativo.
- Estrés positivo: durante una situación de emergencia hay una respuesta natural del cuerpo que pone a disposición diferentes modos de enfrentamiento. En estos casos, el problema se puede ver claramente y esto nos permite tomar rápidamente decisiones adecuadas.
- Estrés negativo: Se produce cuando no tenemos habilidades adecuadas para enfrentar la situación estresante, o en los casos en que la tensión se extiende por largos períodos. La demanda de energía por parte del organismo es mayor que de costumbre y no tenemos tiempo para recuperarnos. El cuerpo se desgasta.
¿Cómo detectar estados de estrés negativo?
Hay diferentes señales de alarma que nos permiten tomar conciencia de un estado negativo de estrés:
- Fatiga prolongada con dificultad de recuperación. (Por ejemplo: nos cuesta levantarnos por la mañana, a pesar de creer que se ha dormido bien).
- Falta de concentración que nos lleva a reiterados descuidos y a un descenso del rendimiento físico e intelectual.
- Insomnio o diferentes irregularidades del sueño.
- Problemas digestivos y dolores de cabeza frecuentes.
- Fatiga sexual con pérdida del deseo y problemas de erección y orgasmo.
- Dolores musculares, especialmente, en espalda y cuello. Sensación de llevar una “pesada carga” sobre nuestras espaldas.
- Presencia de diferentes emociones negativas:
- Irritabilidad
- Ansiedad
- Impaciencia
- Depresión
- Tristeza
- Angustia
Nuestro organismo bajo tensión produce diferentes respuestas que pueden tener consecuencias negativas para la salud:
- Taquicardia
- Hipertensión
- Alteración del ritmo respiratorio
- Aumento de glucemia en la sangre
- Aumento del colesterol
- Inhibición del sistema inmunológico (defensas naturales del organismo)
Estas consecuencias pueden desencadenar trastornos asociados al estrés que colaboran en el desarrollo y desencadenamiento de distintas enfermedades:
Trastornos respiratorios: asma, taquipnea, hiperventilación, etc.
Desarrollo de enfermedades infecciosas
Trastornos endocrinos: hiper e hipotiroidismo
Trastornos dermatológicos: pruritos, exceso de sudoración, dermatitis atípica, caída del cabello, etc.
Trastornos sexuales: impotencia, eyaculación precoz, vaginismo, etc.
Trastornos cardiovasculares: desde hipertensión hasta el desencadenamiento de eventos cardíacos.
¿Cómo prevenir y/o superar el estrés negativo?
Modificar completamente una situación que nos provoca una respuesta negativa de estrés puede ser difícil o imposible. Pero, podemos intentar modificar algunas condiciones de nuestro entorno y, por sobre todo, desterrar aquellos pensamientos propios que acentúan nuestro estado de tensión.
Lo más importante frente a un estado de estrés negativo es
1. Identificar el problema o situación causante del estrés
2. Buscar nuevos y mejores modos de enfrentamiento
Existen distintas técnicas de afrontamiento y superación del estrés negativo. Por ejemplo, técnicas respiratorias, de relajación progresiva, de autohipnosis, de entrenamiento autógeno, de detención del pensamiento, de biorretroalimentación, de afrontamiento asertivo, entre otras. Todas son muy eficaces para contrarrestar ansiedad, depresión, fobias, etc.
Pero, a modo de consejos muy generales y básicos, le sugerimos:
- Alcanzar una perspectiva realista de sí mismo: “¿qué puedo y qué no puedo hacer en esta situación?”
Proponerse logros ambiciosos, más allá de nuestras posibilidades, es una causa frecuente de tensión negativa.
- Descanse adecuadamente: regularizar horarios de sueño y permitirse las horas de descanso que su cuerpo necesita y demanda.
- Evite apresuramientos más allá de lo necesario.
- Decida sobre sus emociones: “¿vale la pena angustiarme por esta situación?”, “¿hasta dónde tengo que preocuparme por esto?”
- Evitar la desorganización en las actividades cotidianas.
- Cuide su alimentación y hábitos: el tabaco, el alcohol y el café potencian el estrés.
- Coma despacio y en forma regular.
- Mantener una dieta equilibrada. (Sugerimos ver nuestro artículo sobre una dieta cardiosaludable).
- Practique ejercicios/deportes con regularidad.
- No guarde sus sentimientos: aprenda a expresar lo que le pasa.
- Intente sustituir los pensamientos negativos (del tipo “no puedo...”, “no va a resultar...”) por pensamientos positivos.
- Aprenda a decir NO. No asuma más compromisos que los que puede cumplir. No se sobrecargue.
- Desarrolle el sentido del humor.
Y, muy particularmente,
- Dedíquese tiempo. No se olvide de Usted mismo y de realizar las actividades que más le gustan.
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