El riesgo que una persona tiene de sufrir un infarto de miocardio dentro de los próximos 10 años puede calcularse aproximadamente con los parámetros de la Escala de Framingham que miden el colesterol (total y HDL) tabaquismo y presión arterial según la edad y el sexo.

Pero un cálculo más exacto del riesgo y que es la base de la prevención de las personas adultas frente a las enfermedades cardíacas consiste en la realización periódica de los exámenes clínicos recomendados por la Sociedad Norteamericana del Corazón y la Asociación Norteamericana de Diabetes. Estos exámenes son:

- Control de peso

- Presión arterial

- Perfil lipídico

- Glucosa en sangre

Control del peso: Todas las personas, en condiciones normales, deberían controlar su peso desde los 20 años cada vez que acuden al médico clínico. O una vez al año si lo hacen por su cuenta.
En el caso de estar haciendo dieta, o presentar una marcada tendencia a aumentar su peso con facilidad, lo recomendable es controlarse el peso una vez por semana.
Para saber si se tiene el peso adecuado hay que calcular el Indice de masa corporal (IMC) que resulta de dividir el peso en KG. Por la altura en m. al cuadrado.

Presión arterial: En condiciones normales partir de los 20 años, cada vez que se visita al médico o, por lo menos cada 2 años.

Perfil lipídico: Es el análisis de sangre que informa sobre los diferentes tipos de colesterol (total, HDL/bueno y LDL/malo) y triglicéridos. En condiciones normales (cuando los valores son óptimos) debe hacerse al menos cada 5 años.

Glucosa en sangre: En condiciones normales se recomienda este análisis muy especialmente a partir de los 45 años, cada 3 años. Para descartar diabetes tiene que estar por debajo de 110mg./dl.

En la Argentina estos exámenes forman parte, junto con el electrocardiograma, de la revisión médica anual recomendada a toda la población.

Con los datos de estas pruebas el médico clínico lo derivará al cardiólogo si lo cree necesario.

Sin embargo, lo más importante en la prevención cardíaca de una persona adulta siguen siendo las cuatro pautas que deberían inculcarse desde la infancia:

- Dieta equilibrada

- Actividad física

- No fumar

- Controlarse con su médico periódicamente

Estas cuatro pautas no se modifican esencialmente desde la niñez a la ancianidad

A esto deberá agregarse un correcto aprendizaje del manejo del estrés, porque, en el mejor de los casos, el principal daño que nos causa el estrés es el desequilibrio que nos impide mantener un estilo saludable de vida respetando estas cuatro pautas básicas de prevención cardíaca.