Los niveles pobres de vitamina D en la sangre, que se obtiene a través de la luz del sol, algunos alimentos y complementos, se relacionan con un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, como el ataque cardiaco y accidente cerebrovascular, según informan investigadores de los EE.UU.
El equipo de investigación descubrió que las personas que tenían los menores niveles de vitamina D tenían un riesgo 62 por ciento mayor de un evento cardiovascular que aquellas que tenían los siguientes niveles más altos, según un informe que aparece en la edición del 7 de enero de Circulation.
Sin embargo, todavía es demasiado pronto para recomendar el uso rutinario de complementos de vitamina D, señaló el Dr. Thomas J. Wang, autor del estudio y profesor asistente de la Facultad de medicina de Harvard. Considera que aún no hay suficiente evidencia para colocar una deficiencia de vitamina D al mismo nivel que la hipercolesterolemia y otros factores de riesgo conocidos.
Entre las fuentes alimentarias de vitamina D se encuentran la leche (fortificada) y los pescados grasos como el salmón. Las recomendaciones actuales del U.S. Institute of Medicine especifican una ingesta diaria de vitamina D de entre 200 unidades internacionales (UI) para los jóvenes, 400 UI para los de mediana edad y 600 UI para los adultos mayores.
El riesgo cardiovascular relacionado con niveles bajos de vitamina D fue especialmente marcado para las personas que también sufrían de hipertensión. Su incidencia de eventos cardiovasculares era el doble de la de personas que tenían mayores niveles en sangre de vitamina D. |