Diferentes estudios epidemiológicos han señalado la relación entre enfermedad coronaria y tipo de agua de la zona estudiada. Si bien será necesario complementar y reconfirmar esta relación en estudios más amplios que contemplen una combinación de factores (por ejemplo el tipo de alimentación) estas investigaciones resaltan las ventajas de las aguas duras en el metabolismo de lípidos.
Se denomina aguas duras a aquéllas con mayor contenido de minares, particularmente carbo-natos y magnesio. El magnesio podría estimular la acción de enzimas con acción vasodilatado-ra y antiagregante plaquetaria. También el flúor estimula metabolismos que conllevan a un menor riesgo de aterosclerosis.
Pero, el mineral más importante por sus propiedades cardioprotectoras es el potasio. En este sentido, hay que señalar la importancia de la relación sodio-potasio que, a iguales valores de ingesta en la dieta, reduce los efectos negativos del sodio.
Por lo tanto, se vuelve necesario insistir en la recomendación del consumo de por lo menos dos litros diarios de agua, contenidos en diversos líquidos. |