En el Congreso de la Asociación Americana del Corazón, realizado en Dallas a fines del 2005, se reiteró que la primera causa de mortalidad femenina en EEUU, como en todos los países de más alto nivel de desarrollo, es la enfermedad cardiaca. Además se profundizó en las diferencias de género que inciden en la enfermedad cardiovascular.
Ejercicio físico y género
Es bien conocido que estar en buena forma física beneficia a la salud, incluida la cardiovascular. En este sentido, un trabajo de la Escuela de Medicina Northwestern Feinberg afirma que el ejercicio físico disminuye el riesgo de mortalidad en las mujeres con síndrome metabólico.
Este último trastorno, que incrementa la probabilidad de desarrollar diabetes y episodios cardiovasculares, se da cuando el paciente presenta tres o más de los siguientes factores: sobrepeso, hipertensión, concentraciones elevadas de triglicéridos (un tipo de grasas), niveles bajos de HDL (colesterol bueno) y altos niveles de glucosa en sangre.
Diferencias de género
Las diferentes terapias que reciben las mujeres, en comparación con los hombres, también podrían desempeñar un rol determinante en el aumento de los episodios cardiacos entre la población femenina.
Una investigación, realizada por el Centro Kaiser Permanente (California, EEUU), explica que las mujeres continúan recibiendo menos medicamentos dirigidos a reducir el colesterol en sangre.
Aunque parece que las diferencias de género cada vez son menores, los autores afirman que siguen existiendo: "El 68% de las mujeres alcanzó niveles de LDL (colesterol "malo") menores de 100 mg/dl, en comparación con el 78% de los hombres".
En este orden de cosas, Alice K. Jacobs de la AHA, ha declarado que, si se quiere disminuir la incidencia de trastornos cardiacos en las mujeres, es necesario que ellas formen parte de más estudios y que se realicen más análisis de género.
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