16 de marzo, 2009
Hacer actividad física ayuda a los pacientes a recuperarse después de un ataque cardíaco, pero los beneficios desaparecen cuando se deja el ejercicio, dijeron el lunes investigadores suizos. La función de los vasos sanguíneos mejoró cuatro semanas después de hacer ejercicios entre las personas que siguieron una rutina de actividad física, pero los hallazgos publicados en la revista Circulation sugieren que la actividad a largo plazo y continuada es clave para evitar otro ataque al corazón. El equipo suizo analizó a 209 personas que habían sobrevivido a un ataque cardíaco para medir los efectos de diferentes tipos de ejercicio y qué ocurría cuando las personas dejaban de hacer actividad física de forma regular. Los voluntarios fueron divididos en cuatro grupos: uno se entrenó en ejercicios aeróbicos, otro en trabajos de resistencia para aumentar la fuerza, el tercero en una combinación de las dos, y el restante no hizo ningún tipo de actividad. Después de cuatro semanas, la función de los vasos sanguíneos en los tres grupos que realizaron ejercicios mejoró más allá del tipo de actividad, dijeron los investigadores. Sin embargo, no hubo mejorías entre los varones y las mujeres que no hicieron ejercicios. Los investigadores también pidieron a algunas personas de los grupos de ejercicios que dejaran de hacer actividad física y descubrieron que, después de un mes, todos los efectos positivos habían desaparecido. \"Este aspecto es particularmente importante en pacientes con cardiopatías coronarias\", dijo en un comunicado Margherita Vona, de la Clínica Valmont-Genolier en Montreux, que lideró el estudio. Los médicos saben que hacer ejercicio mejora la función cardíaca, pero hasta qué punto y qué tipo de ejercicio debe realizarse aún es incierto, dijo Vona. |