30 de octubre, 2009
Un nuevo estudio confirma lo que muchas personas sospechaban: estar desempleado mientras se busca trabajo es deprimente.
Y cuanto más se extienda el desempleo, más deprimente es, halló la doctora Krysia N. Mossakowski, de la University of Miami, en Florida.
Varias investigaciones asociaron el desempleo con los síntomas depresivos, escribió Mossakowski en American Journal of Public Health, pero pocos estudios trataron de distinguir entre los efectos de estar fuera de la fuerza productiva por elección o ser desempleado y estar buscando trabajo.
Dado que el empleo es muy importante para la identidad y la autoestima de una persona joven, y que la depresión suele manifestarse primero en los adultos jóvenes, Mossakowski estudió si no tener empleo en la juventud genera síntomas depresivos.
La autora analizó datos del estudio llamado National Longitudinal Survey of Youth, realizado entre 1979 y 1994.
Un primer análisis, que incluyó a 8.290 personas de entre 29 y 37 años, se concentró en la relación entre el desempleo y los síntomas depresivos. El segundo análisis, que incluyó a 6.891 personas, midió cómo la duración del desempleo entre 1979 y 1993 afectaba la cantidad de síntomas depresivos en 1994.
El 5 por ciento de los entrevistados en 1979 estaba desempleado y buscaba trabajo, mientras que el 17 por ciento estaba fuera del mercado laboral y no buscaba empleo.
La duración promedio del desempleo con búsqueda de trabajo fue de 18 meses, mientras que el tiempo promedio fuera del mercado laboral fue de 3,2 años.
Con técnicas estadísticas sofisticadas, Mossakowski halló que el tiempo que una persona había estado desempleada influía sobre la magnitud de los síntomas depresivos cuando tenía entre 29 y 37 años, fuera hombre o mujer.
Esto ocurrió independientemente de si la persona era pobre o si su ingreso neto era negativo, lo que causa depresión.
La autora halló también que el efecto de la duración del desempleo era independiente de si la persona había tenido síntomas depresivos dos años antes. Pero estar fuera del mercado laboral y no buscar empleo no tuvo efecto alguno sobre la magnitud de los síntomas depresivos.
Mossakowski explicó que no indagó si a los participantes se les había diagnosticado o no depresión clínica, sino la gravedad de los síntomas depresivos. "Lo que estudiamos fue el estrés psicológico", precisó.
"Cuando las personas jóvenes están desempleadas y no pueden encontrar trabajo durante períodos prolongados, se daña su salud mental. Se necesitan intervenciones para ayudar a los jóvenes a pasar de la escuela al trabajo", dijo Mossakowski.
Esos esfuerzos, al final del camino, ahorrarían dinero, dadas las consecuencias a largo plazo que pueden tener la depresión y el estrés sobre la salud física y mental, concluyó la autora.
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