El ejercicio aumenta la cantidad de células progenitoras en pacientes de insuficiencia cardiaca, y esas células a su vez reparan y reconstruyen el músculo y los vasos sanguíneos debilitados, según informan investigadores.
Según dos estudios, esa respuesta puede mejorar dramáticamente la capacidad del paciente para movilizarse y hacer ejercicio.
"Ambos estudios apuntan al efecto beneficioso del ejercicio en los pacientes de insuficiencia cardiaca", apuntó el Dr. Sidney Smith, ex presidente de la American Heart Association y director del Centro de ciencia y medicina cardiovascular de la Facultad de medicina de la Universidad de Carolina del Norte.
"Esas observaciones nos dan cierta comprensión sobre los mecanismo que hacen que el ejercicio sea útil", señaló Smith.
"Recomendamos ejercicio una vez al día durante hasta veinte minutos cinco veces a la semana para pacientes de insuficiencia cardiaca, pero claramente un programa de ejercicio debe iniciarse en condiciones dentro de un hospital o en un ambiente ambulatorio, porque nunca se sabe cómo va a reaccionar un paciente en particular al inicio de un programa de entrenamiento", explicó. |