18 de agosto, 2009
Apenas unas semanas después de haber dejado de fumar, disminuyen significativamente en las mujeres varios marcadores de inflamación asociados con el riesgo de enfermedad cardíaca, demostró un nuevo estudio.
Los resultados, según los autores, ayudarían a desarrollar una estrategia para alentar a las personas con riesgo cardíaco a abandonar el hábito.
Fumar promueve la inflamación, mientras que dejar de hacerlo reduce el riesgo de desarrollar y morir por enfermedad cardíaca y pulmonar, escribió en la revista Chest el equipo de la doctora Christine N. Metz, del Instituto de Investigación Médica Feinstein, en Manhasset, Nueva York.
Aun así, se desconocía si los beneficios eran inmediatos ante la cesación tabáquica.
Para investigarlo, los autores hicieron varios análisis de sangre a 36 mujeres participantes en un programa de cesación tabáquica, para evaluar distintos marcadores de inflamación, incluida la proteína C reactiva (PCR), el factor de necrosis tumoral (FNT) y otras sustancias.
Los análisis se realizaron cuatro veces en cada participante durante seis a siete semanas.
Los niveles del FNT y de dos sustancias asociadas bajaron durante el estudio, como así también los niveles de PCR y de interleuquina 6.
Hablar con los pacientes sobre la "edad y la salud" de sus pulmones los alienta a dejar de fumar, señaló el equipo, y el uso de marcadores de inflamación, como los que se midieron en el estudio, podrían brindar información similar sobre la salud cardiovascular.
"La información cuantificable que revela el nivel de salud cardiovascular reforzaría de manera positiva la decisión de los fumadores que quieren abandonar la adicción y no volver a fumar", agregaron los autores.
"Proponemos la identificación de un panel de biomarcadores inflamatorios que podrían usarse como indicadores a medir en personas que dejan de fumar durante un programa de cesación tabáquica orientado a mejorar la salud cardiovascular de los fumadores en riesgo", concluyó el equipo. |